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7 de mayo de 2015

TEATRO | "Siembran" dirigida por Eugenia Hadandoniou | Todas las paredes son el teatro


Por Candelaria Díaz Gavier
Fotografía: Ailín Guevara

Sólo tres de las cuatro paredes que forman los espacios en nuestro imaginario están presentes en un escenario. La cuarta pared del teatro -justamente esa que no se ve y por eso, la única imaginaria-, es lo que le hace al teatro ser teatro. Pero la obra Siembran, dirigida por Eugenia Hadandoniou y escrita y actuada por Daniela Valdéz, Delfina Díaz Gavier y Gustavo Kreiman, no se monta en un teatro sino en un departamento en la ciudad de Córdoba. Con esa intimidad y cercanía, el espectador que está sentado puede mirar con la sutileza de una cámara y serle indiferente a esas imágenes, pero también puede oler y escuchar como si estuviera efectivamente presente dentro de la imagen. Siembran es una obra que descansa sobre la realidad de la cuarta pared, que es también su no realidad.   

Fui a dos funciones distintas. Y digo “fui”, y no “vi”, porque Siembran es un lugar a donde se está invitado, y donde la intimidad se parece mucho a cotidianidad. Repeticiones comunes en vidas particulares: ¿Cuántas veces pasamos tardes hablando sobre cosas que no hacemos, cuántas veces pivoteamos fortuitamente y sin intermedios, entre la tragedia doméstica, el drama de lo que circunda, y las nimiedades más ligeras?

Ay, los vínculos. ¿Qué es la fraternidad, la amistad, la seducción, el rechazo? Cómo pasa en lo más privado de la vida de uno, lo que le pasa a tanta gente. La obra pone una lupa sobre un micropixel de lo que, puesto a la distancia, se ve homogéneo e indistinto.

La contemporaneidad es una pregunta obvia, creo. Siembran es hiperrealistamente contemporánea: la música cordobesa independiente, el departamento nuevo en el centro, todas las referencias más o menos visibles a lo que los rodea y nos rodea, a una juventud tan específica.

La intimidad es un efecto y a la vez un medio técnico, gracias al cual, ahí sentados en el banquito contra la pared, podemos ver una performance compuesta de gestos austeros, poco suntuosos desde la perspectiva del teatro, expresivos y gesticulosos, quizá, desde la perspectiva de la vida común; verosímilmente grande en proporción al tamaño del espacio: un departamento, un drmt., cocina sep., piso de parquet.

Olor a shampoo, sahumerio y porro. Bajan las luces, suben la música. Mica y Leo se actualizan, cuentan todo lo que pensaron desde la última vez que hablaron, que fue hace un rato, calculo. Llega Miki, interrumpe el equilibrio pero es parte del equilibrio de ese lugar, la inconstancia constante de los estados de ánimo de la soledad, de los que piensan la soledad.

Y esa soledad tiene un placer tan impuro, lleno de unas cosas como sus contrarias. Con gracia o con drama, al final todas las transformaciones suceden todo el tiempo, por chicos que sean los actos que las generen.

Tenemos que estar cerca para ver todo lo grande que pasa en partes del cuerpo, tenemos que estar lejos para ver el movimiento coreográfico de tres personas en un living con cocina separada y un balcón, haciendo nada. Desplazamientos infructuosos (para la vida, no para la escena) que hacen del tiempo sucesiones de instantes, y de las decisiones una fantasía, y de las charlas un pasatiempo. O una necesidad de empatía con los otros, que viene evocada en el drama de un personaje que apenas es personaje. La tragedia viene de afuera, es remota en relación con la historia, viene a generar sentimientos en personajes que no parecían tener ninguno hasta que los construyen hablando. Viene a compungir el destino de los que tenían todo listo, limpito y con olor a sahumerio, para salir a divertirse sin que haya nada de lo que descansar.

No es que los personajes de Siembran sean personas, es que las personas somos personajes, que nuestros estados de ánimos vienen pegados a los hábitos que repetimos y las historias que contamos.

El balcón: se sale del living a ningún lugar, se entra a una pieza que no se ve, están las plantas que vagamente se riegan pero en realidad crecen solas, se sacude la colchita de la cama donde empieza y termina todo. Apenas un rincón del otro lado de la puerta ventana que es la única pantalla materialmente presente en la obra, pero no la única que funciona para el espectador que tiene que estar para no estar, y ver lo que no se ve pero ya se sabe, porque es así.

Sos invisible: entran y salen Leo, Miki y Mica, al balcón, a la cocina, y se escuchan menos sus diálogos. Con la música alta, o hablando desde afuera. No te hablan. Cuando te miran, quizás miran la pared, o el interruptor de la luz que tenés detrás. Conversan entre ellos, y teatralizan personalidades o personifican estereotipos. La cosa es que cuando algo duele, se pone serio, porque ya no hay construcción sino dolor. Y vos que estuviste sentado y viéndolo como si fueras la pared, ya no sos pared. El dolor es el dolor. La empatía involucra a todos, el tedio también. Será hora de volver. Al departamento. Al personaje.

“Siembran” de y con Delfina Díaz Gavier, Gustavo Kreiman, Daniela Valdez. Dirección: Eugenia Hadandoniou. Producción: el Izquierdo | teatro. Música: El festín- Aguapordentro, Mirko- Almor; Si mi- Candelaria Zamar; Somos- Félix San Martín; Lo que duele y lo que no- Fran Kreiman; Contraindicaciones del pensamiento- Francisca y los exploradores; Lo que digo- Rayos LáserViernes de mayo a las 20.30 hs. Córdoba (la dirección se pasa una vez hecha la reserva por sms o wpp al 351-6168435 o por Facebook: el Izquierdo Teatro.

5 de marzo de 2015

ENTREVISTA | Esteban Llamosas | El Mal de la corrupción social

Por Sylvia Nadalin

Esteban F. Llamosas es un joven escritor cordobés que ya lleva publicadas cinco novelas estructuradas como saga de Los casos del detective Lespada (la serie se inició en 1998 con El rastro de Van Espen), un personaje solitario y cínico que vive con su gato Raimundo y trabaja, en su oficina en el 1º B de la calle Colón, con su ayudante Cherkavsky, guiños referenciales a lo mejor de la novela negra moderna.

Su último libro, La milicia del diablo fue una de las estrellas del Primer Encuentro Internacional sobre Género Negro “Córdoba Mata” 2014, un evento que trata de emular al Buenos Aires Negro (BAN) desde las sierras mediterráneas, y cuya primera edición convocó a escritores internacionales y locales que debatieron el boom del género que mejor cuenta la violencia urbana y la corrupción social de las grandes metrópolis.

En esta entrevista, Llamosas habla de su último trabajo, atravesado por la búsqueda de un falso Mesías (Maitreya), grupos que adoran al diablo, torneo de peluqueros matones, ancianas manipuladas por desarrollistas inmobiliarios y peronistas esotéricos que evocan al sangriento López Rega. Un cóctel ficcional que apela al humor para hablar de todo lo que no causa ninguna risa en esta ciudad de negociados espurios y peligrosos.

A diferencia de las anteriores, esta nueva aventura está atravesada por coyunturas y problemáticas de una Córdoba actual. ¿Incorporaste estas temáticas a modo de crítica o solo funciona para acercarte más a cierta “violencia” propia del género?

Es cierto que en esta novela la relación con la actualidad es más directa, pero en las anteriores también había referencias, quizás más escondidas, menos identificables a primera lectura. Esta vez decidí ser más directo porque los cambios de la ciudad acompañan el envejecimiento del detective, y lo van dejando triste y melancólico en una Córdoba que ya no siente propia. Además, esos cambios tienen que ver con la red de corrupción que aparece en la trama.

Además hay varios hechos políticos que la recorren.  ¿Hay un Lespada más comprometido “ideológicamente”? 

Lespada no se compromete ideológicamente, está lejos de tener conciencia social y mucho menos de ser un militante. Su única ética es la del caso y la que debe al cliente. Esa falta de compromiso con la realidad que lo rodea a veces resulta incómoda para ciertos lectores que pretenden un héroe en el detective. La mayor politización de las últimas dos novelas no tiene que ver con el personaje, sino con el autor. Está claro en la elección de los temas. Pero para que la trama política funcione, para contar lo que quiero contar, necesito que Lespada siga siendo el mismo indiferente de siempre.

El humor, característico de todos tus libros anteriores, se convierte en parodia, a veces cínica, en la descripción de casi todos los personajes. ¿Es un recurso que se adapta  a este giro temático?

Utilizo la parodia desde la primera novela de la serie, aunque ya con una vuelta de tuerca. Al principio servía para “acordobesar” los clichés de un género muy identificado con las grandes ciudades norteamericanas. Después pasó a ser un recurso para exponer el fanatismo. En todas las novelas aparecen fanáticos: líderes de una secta, seguidores de la reina del porno, anarquistas mesiánicos, adoradores del diablo. El absurdo es la forma que prefiero para presentarlos.  

¿Cómo surgió la idea de contar historias de “diablos” y apariciones?

Los temas esotéricos y religiosos me interesan desde siempre, supongo que es una influencia de mis lecturas adolescentes, desde El péndulo de Foucault para acá. Ya aparecen en El rastro de Van Espen y La biblioteca Listen. Pero en este caso, la elección del diablo como disparador de la trama, tiene que ver con que quería hablar del Mal, para referirme a otro mal mucho más cercano y presente: la corrupción social. Funciona como una metáfora, y también para pintar una ciudad oculta, a veces delirante, a veces peligrosa. 

¿Cuánto hay de ficción y cuánto de realidad en las historias de las luchas sindicales de peluqueros, las intimidades del penal de San Martín y los grupos peronistas lopezreguistas?

Ni siquiera sé si existe un sindicato de peluqueros en Córdoba, no me interesaba que ese dato fuera real. Necesitaba una disputa personal en un contexto sindical peronista, y la visita a una vieja peluquería de la ciudad, cargada de trofeos y diplomas, me decidió por el rubro. Respecto al “peronismo satanista”, el grupúsculo que busca reconocimiento institucional en la novela, quien conozca un poco la historia de López Rega entenderá que la asociación era inevitable. Y lo que escribí de la cárcel sólo es real en cuanto a la descripción de los pabellones, pero sospecho que mi relato del Anticristo de San Martín puede resultar un cuento de navidad frente a la realidad penitenciaria.

¿Cuáles son hoy tus influencias literarias del género?

Mis influencias son innumerables, y no sólo del género, van de Chandler a Soriano, pasando por Fontanarrosa, sería difícil acotarlas. Pero puedo indicar los tres autores policiales que más disfruto en los últimos años: el italiano Massimo Carlotto, la francesa Fred Vargas y el porteño Guillermo Orsi, ahora a mano, radicado en las sierras de Córdoba. 

Esteban F. Llamosas, La milicia del diablo, Ediciones del Boulevard, 292 páginas.

12 de mayo de 2014

LIBROS | "Diorama" compilado por Alejandro Cozza | Cuadernos de cine de Córdoba


Por Alba Ermida

El crítico y programador Alejandro Cozza compila en Diorama, ensayos sobre cine contemporáneo de Córdoba una larga lista de reflexiones y análisis sobre películas cordobesas. Y es que esta provincia, en sólo cinco años, pasó de la nada a un total de 20 filmes producidos y estrenados y otros tantos por estrenar, en proyecto o produciéndose.

Y a la creación cinematográfica le sigue la crítica. Le sigue en cronología y en necesidad. Porque si el cine es necesario para un pueblo (es su historia pasada y presente, sus ideales, su imaginario, su cultura, su lengua...), la crítica es necesaria para visibilizar y mejorar esa cinematografía. Por eso, como afirma Cozza en su introducción, este libro nace para hablar del cine cordobés. Después del trabajo de realización de los cineastas cordobeses y de la difusión llevada a cabo por los medios de comunicación, Diorama pretende que la crítica que se origina a partir de esta incipiente cinematografía alcance a ésta en su calidad y profesionalidad. Hacer presente y público el fenómeno que nace en Córdoba, hablar del cine para que éste se visibilice, sin importar si  la película gusta o no. La crítica es necesaria para mejorar aspectos de realización, desde el debate y el análisis se superan errores, ausencias e inmadureces de la creación. Por eso realización y crítica deben ir parejos, para que se alimenten y se nutran, para que se alaben y se corrijan.

Tanto es así que Cozza hace un llamamiento a seguir escribiendo sobre cine cordobés para no dejar fuera del necesario cometido de dar a conocer y teorizar, a las obras que se quedaron fuera de este trabajo. Más libros son necesarios porque hay más películas que las que en Diorama se analizan y, como siempre, el cortometraje es el gran aislado.

Las reflexiones que se presentan en este compendio no pretenden establecer ningún punto en común, es más, radicalmente niegan su existencia. El cine cordobés no es “el cine cordobés”, sino un cine que nace quizás como contestación y por supuesto como necesidad de alternativa al cine porteño. Necesidad porque cada zona tiene sus rasgos distintivos y su localidad dentro de la universalidad de las historias que se puedan llegar a contar. Y contestación porque la centralización de la producción cinematográfica alrededor de la capital (fenómeno que ocurre en todos las industrias y países del mundo, en mayor o menor detrimento de la producción periférica) genera unos estereotipos y un trato condescendiente hacia los personajes externos a la capital. Lo que sí consiguen estas reflexiones es hablar del cine que se realiza en Córdoba empleando los mismos parámetros, la misma vara de medir que para el resto del cine mundial. De esta forma encontramos comparaciones con Malick o Kubrick, citas de Jean Vigo y referencias a Kiarostami.


Se consolida así el fenómeno del cine realizado en Córdoba, un cine que, precisamente por tratarse de un recién nacido camina por el clasicismo formal y temático. Pero poco a poco llegará el modernismo, pues la primera piedra ya la puso Rosendo Ruiz con su segundo largometraje, Tres D (foto).

Porque el cine no sólo se hace desde la cámara y la claqueta. El cine se hace en las proyecciones, en los festivales, en las revistas y libros especializados, en los cineclubs... Y lo más importante, en la calle, y a la calle llega gracias a estos numerosos medios de difusión a los que Diorama contribuye teórica y concienzudamente.

"Diorama, ensayos sobre cine contemporáneo de Córdoba, Compilador: Alejandro Cozza, Caballo Negro Editora, 240 páginas. Caballo Negro Editora lleva 15 títulos publicados. Entre los últimos se encuentran DioramaUn sudaca en la corte de Daniel Moyano y Cada vez más cerca de Elvio Gandolfo (Premio de la Crítica en la 40° Feria Internacional del Libro de Buenos Aires). La editorial se presenta – con sus libros- el martes 13 de mayo a las 21 en el marco de Válido en Córdoba y Mendoza, del ciclo Matienzo Lee, en el Club Cultural Matienzo. El panel está integrado por Caballo Negro Editora con María Martoccia, Alberto Rodríguez Maiztegui + Invitados sorpresa. Modera: Ricardo Cabral. Música: Telescopios. Exposición de artes visuales: Revista Gala. 

25 de noviembre de 2013

TEATRO | "Hombre al cuadrado" del Grupo Jaqueca | Discusiones públicas

Por Sylvia Nadalin

Hombre al cuadrado, comedia dramática escrita y dirigida por el Grupo Jaqueca, es una apuesta independiente que busca ampliar el debate sobre la discapacidad, el amor, la sexualidad y las posibilidades reales de cambio en una sociedad anestesiada por estrictos y caducos mandatos socioculturales.

La circunstancia del relato es su lugar de enunciación: una oficina gubernamental dedicada a la asistencia social en la cual dos empleados públicos, mimetizados con todos los clichés del estereotipo argentino, se disponen a realizar un trabajo monográfico sobre el universo de la discapacidad. Este hecho funciona como disparador de diálogos, polémicas, discusiones, monólogos y chicanas sobre los alcances del concepto, sus lugares comunes de discriminación y normalidad, así como los interrogantes que dicha problemática genera en las frágiles vidas de estos personajes.

Este mecanismo de discusión de trabajo es usado durante el resto de obra para poner en cuestión los sentidos naturalizados de otros trascendentes tópicos humanos como la sexualidad y el amor y las múltiples elecciones a la hora sentirlos.

La actuación de los personajes/actores, que juegan mucho con la espontaneidad, produce empatía en el público, y la sobria escenografía de fondo colabora a la situación de cotidianidad a la que apela el texto.

La obra busca poner en discusión, a partir de una abordaje creativo y novedoso, temáticas atravesadas por la institucionalización normalizadora que se filtra en la represión del Estado y en la moralidad de los discursos sociales. A veces lo logra, en otras, en cambio, se evidencia la falta de una mirada distinta y ajena a quienes la escribieron, dirigieron y actuaron. 

“Hombre2” del Grupo Jaqueca. Con Luciano Gazzero y Johnny Picossi. Viernes 21 hs. Cocina de Culturas, Av. Julio A. Roca 491, Córdoba, Argentina. Entrada: $45. Última función: viernes 29 de noviembre de 2013.

12 de noviembre de 2013

TEATRO | "Matar Cansa" dirigida por María Belén Pistone | Crimen y destino


Nada resulta tan limpio como matar. 
Es una sensación que no se parece a ninguna otra. 
Uno se estremece de placer hasta zonas que resultan difíciles de ubicar. 
Un exotismo así resulta liberador”. 

Diario de Golondrina, Amelie Nothomb

Por Sylvia Nadalin

La impecable obra de Santiago Loza, con dirección de María Belén Pistone, me evocó el libro cuya frase abre esta reseña: la narración en primera persona de los laberintos psicológicos y emocionales de un asesino serial, quien a través de la voz de un admirador expone y documenta, en el más material sentido de la palabra, las sensaciones que esa acción prohibida, contra natura y sancionada por siglos de moral civilizatoria, le provoca como experiencia humana, personal y liberadora.

La originalidad del texto de Loza es el juego de narrativas y personajes, esos que parecen que se multiplican, y que sin embargo están representados por un solo actor en escena y un escenario despojado de utilería y excesos luminosos. 

El pequeño y casi adolescente cuerpo de Maximiliano Gallo, sus modos nerviosos y sus inquietantes ojos celestes representan, de manera casi homónima, aquel otro que las crónicas de los ’70 reproducían como “el ángel de la muerte”, Robledo Puch, el mayor criminal de la historia policial argentina.

Gallo encarna a un joven tímido y frágil de carácter que en su fanatismo por emular a aquel sociópata asume el rol de narrador omnisciente, defensor acérrimo y en algunos pasajes, a través de una empatía y mimetización que dan cuenta de los límites de la locura y el deseo, encarna la voz del monstruo: "Las primeras muertes fueron por placer, las otras por necesidad". Una necesidad que por momentos apela a una sensibilidad exquisita para con su amigo y cómplice e incluso hasta con sus propias víctimas: no hay maldad o estúpida frialdad psicópata sino un deseo legítimo que lo emparenta con la divinidad.

A la excelente actuación de Gallo hay que sumarle su destreza para manipular durante la obra (que no es corta), las luces, los videos y la música que acompañan los textos; actividad que en ningún momento altera la narración ni desnaturaliza la escena, sino que opera como parte de ese mínimo mobiliario y despliegue escénico que se plantea a modo de tensión y drama.

El relato de las muertes es exhaustivo: cómplices, lugares, personas, violaciones, golpes, dolor, placer, apatía…, todas las historias se cuentan como suceden, sin premeditación ni angustia, sino desde una normalidad tan aterradora como esa que autoriza matar bichos molestos. Así lo explica y vive este fanático, cuyos gestas retratan los asesinatos atroces de Puch; solo en el final Loza apela a una anécdota que le ocurrió a otro famoso homicida, El Petiso Orejudo, quien mata al gato que se había convertido en la mascota de los reclusos del Penal de Ushuaia, hecho que la historia ubica como causa de su posterior muerte a manos de sus compañeros. En la versión de Loza la anécdota se reedita solo para justificarla: el gato se había comido a un pájaro que cuidaba como a un hijo.

"Matar cansa" de Santiago Loza. Dirección: María Belén Pistone. Con Maximiliano Gallo. Esta obra estuvo en cartel en Córdoba durante 2013 y será repuesta en la primera mitad del año 2014 en esa ciudad. 

3 de octubre de 2013

LIBROS | "No te rías si me muero" de Fernando López | Entre pollos y el Cara e' poio


“Aunque es obvio que la literatura negra conserva enigma, ya no es su presencia lo que la define sino la ambientación que se describe, la causalidad, las motivaciones de los personajes y sobre todo el lenguaje, que es violento, duro, machista y despiadado.”

Mempo Giardinelli


Por Gonzalo Marina

La literatura argentina ha contribuido al desarrollo de diversos géneros, entre los que se destaca el policial. Desfilan nombres y obras importantes de todo tipo. El cordobés Fernando López hace su aporte con No te rías si me muero, tercer tomo de la saga Philip Lecoq, detective. Con mucho dinamismo y una mirada certera sobre la realidad, López enriquece la tradición en el país.

Luego de algunas investigaciones exitosas, Philip y su novia, la Yési, se mudan a un barrio donde su trabajo puede estar mejor remunerado. Pero los ingresos escasean. La pareja termina aceptando la ayuda del tío Emilio. Su propuesta consiste en ir de Córdoba a Cruz del Eje para cuidar unos pollos a punto de morir. Mientras realizan la dura tarea, uno de los compañeros de Emilio teme que se lo acuse del brutal asesinato de unos ancianos. Philip toma el caso sin saber que un fuerte competidor, Darío Ruiz, intentará detenerlo a toda costa. Con la ayuda del abogado CQ, Philip investigará la forma de defender al enfermizo Cara e´ poio.

El relato se sostiene, como en otros policiales, por la figura del detective. Fiel representante del género negro, Philip conoce los códigos de la calle, es astuto y sobre todo posee tenacidad. Aunque también el sistema lo intenta oprimir constantemente. Sus clientes no le pagan o los policías buscan sobornarlo. Pero lo más interesante es su humanidad. Lejos de ser perfecto, se siente atraído por otras mujeres, como la Lore, e incluso, por la posibilidad de volver a robar.

Al igual que otros policiales negros, López describe ambientes marginales, cargados de delincuencia y prostitución. Como dice Mempo Giardinelli: “Casi no hay novela policial latinoamericana que no aborde aunque sea tangencialmente las formas propias de racismo, violencia y desesperanza.” Aparecen personajes grotescos, como el Tolo, alcohólico, reincidente, al que “le faltaban todos los dientes y tenía una enorme dificultad para manejar sus postizos.”

Otro acierto de la novela es la descripción de contrastes. El primero y más emotivo sucede cuando los ex convictos de Esperanza sin muros se emocionan al salvar a los pollitos. También el hecho de que el mismo Philip se junte con criminales. En aquella comunidad las mujeres deben trabajar como empleadas domésticas, pero reciben la caridad de los doctores para evitar la desnutrición infantil.

El humor se mezcla con la dureza. Se ve en las ‘discusiones’ entre el detective y el escritor, lo coloquial del discurso (que contrasta con el lenguaje jurídico), o las mujeres que distraen a Philip. Todo esto no quita que sea una profesión peligrosa, “no lo era sólo por los delincuentes, sino también por los policías, los abogados y aunque es difícil de creer, por algunos funcionarios de la justicia.” Una enseñanza que acepta Philip en No te rías si me muero, tras las aventuras Falsa rubia con tacones y Animales de la noche. Veremos qué le sucede a nuestro detective bajo la gran narración de Fernando López.

Editado por Raíz de dos. Mayo de 2013, 96 páginas.


26 de septiembre de 2013

LIBROS | "Philip Lecop, detective" de Fernando López | Una saga policial en Córdoba


Por Sylvia Nadalin

El cordobés Fernando López, autor de varias novelas y relatos policiales premiados en el país y en el extranjero  regresa a la escena literaria con una provocadora serie de episodios protagonizados por un detective que tiene la impronta de la exclusión tanto de los códigos del género negro como de la sociedad clasemediera y conservadora de la otrora docta y clerical Córdoba mediterránea.

Felipe Gallo y Yésica Gómez saben que no hay futuro posible sin un nombre que imponga estatus. Hay que nominar como nominan los cultos para ser bendecido por su aura, más aún para ejercer una actividad tan primer mundo como la detectivesca. 

A partir de este prejuicio (confirmado por su experiencia de exclusión), nace Philip Lecoq (en su versión francesa), un joven de 22 años, desocupado y ratero (“roba porque no tiene laburo”) que se enamora en una comisaría de La Yési, una piba adolescente que se prostituye para vivir, quien al curarle las heridas que le deja la fuerte golpiza policial lo convence de reencauzar su vida a través de una profesión honesta y románticamente admirada, la de detective.

Las aventuras que se tejen a partir de ese feliz encuentro estructuran los tres primeros episodios de una serie de diez que el autor tiene pensado escribir. La idea que subyace al proyecto es redefinir los espacios y personajes que conforman el mundo del delito, donde “los peores delincuentes no son los que ponen el cuerpo y se enfrentan a balazos con los policías, sino los que roban desde un escritorio con una computadora. No son mejores personas los jueces que los delincuentes o las prostitutas”, sentencia Fernando López. Estos sobreentendidos ideológicos y culturales se materializan a partir de ciertos recursos como la parodia y el humor popular que funcionan como una contracara cínica del metafísico y pesimista detective del policial negro tradicional. 

Las rupturas se evidencian también en sus rescates literarios: López incorpora y visibiliza los márgenes de Córdoba, aquella que habla, trabaja, desea y sueña con otro lenguaje, otros valores y otros (pocos) recursos. Phillip y La Yési son una realidad arrolladora de esos “otros” que sobreviven tejiendo lazos solidarios y peleando contra los mecanismos de silenciamiento que imponen los que presiden la normalidad. 

Normalidad que es retratada a través de un escritor fantasma contratado por Philip para narrar sus mejores casos, los que deben ser adornados con “el humo de cigarros, la noche oscura, el whisky añejo y la lluvia torrencial”, un guiño paródico a los estereotipos del género. Aquí el campo de la literatura abre un espacio a la cultura no letrada pero con una cláusula: las opiniones que Philip quiera agregar al relato del escritor deberán ir entre paréntesis; casi una metáfora de sus propios límites sociolinguísticos.

Quien le aconseja estos trucos es CQ (“apócope o algo así de Cara Quemada”) un personaje que supo mantener un equilibrio inestable con la ley, una especie de detective malogrado con una historia personal secreta y un perfil que rescata las mejores y más oscuras figuras de la novela policial. 

Los primeros tres libros son relatos breves, de fácil lectura. En el primer Episodio, Falsa rubia con tacones, Philip Lecop debuta desenredando el malentendido ante la muerte de un famoso empresario en un hotel alojamiento en circunstancias confusas. En el segundo, Animales de la noche, el joven detective experimenta sus primeras vacaciones junto a su esposa y su bebé en Puerto Madryn, donde imprevistamente lo contratan para esclarecer la desaparición de dos personas. Y en el último No te Rías si me muero, López se mete con un tema tan común para el común de la gente como normalizado por el poder: agarrar un “perejil” para tapar chanchullos de pesados.
 
Novelas breves, difíciles de encasillar, tramas simples pero atractivas, personajes queribles que recorren escenarios cotidianos de Córdoba, lenguaje híbrido que recrea modismos y giros que otorgan verosimilitud a los diálogos entre personajes que, al fin (!), tienen un lugar heroico en nuestra literatura.

Los tres episodios fueron editados por la Editorial Raíz de Dos.

18 de junio de 2013

FORMACIÓN | Una Semana de Formación Intensiva con Ruleta China



La revista cultural Ruleta China propone una semana de capacitación intensiva en artes escénicas, cine, letras y comunicación, dictada por integrantes de la publicación que realizarán talleres y cursos de corta duración. Esta semana se llevará a cabo del 15 al 20 de julio de 2013 en la ciudad de Córdoba (Argentina), en Dalmacio Cultural, Av. Vélez Sársfield 837. Toda la información sobre los cursos y talleres aquí.

29 de mayo de 2013

ENTREVISTA | Guillermo L. Bawden | "Buscaría una guerra cualquiera para morir"


Por Florencia Mayra Gargiulo

Guillermo es escritor y co-conductor en Burdocracia, programa que se emite por radio La Crema, pinta cuadros con técnica mixta y es cantante en la banda The Búhos.
Nació en Córdoba en 1977, fue editor de Tintadenegros Ediciones (2009-2012), dirige la colección “Bonzo” de poesía de Llanto de Mudo Ediciones y forma parte del equipo Editorial Nudista.
Tiene dos libros publicados en papel y uno digital: Cuando mueren los peces (poesías escritas bajo la observación del cuadro El jardín de las delicias de El Bosco), Letra muerta y el próximo a editarse Grimorio del Búho. A ellos se suman dos más que se editarán hacia fin de año Centuria Vulgata y Marlboro Vox.

¿Cuál es tu miedo más intenso?

La mediocridad. Ser mediocre. Ser común, solamente bueno o solamente malo. 

¿Recurrís a medios alternativos para escribir?

Salvo la computadora soy híper clásico, tengo el cigarrillo en los labios, siempre de noche, de día corrijo y de noche escribo. Y muy de vez en cuando whisky y, escriba lo que escriba siempre pongo un canal de noticias, sin mirar la televisión pero prendida. Que haga ruido.

¿Por cuáles aspectos de la vida te sentís influenciado?

El sexo. Creo que es el monstruo principal de todo. El sexo y la muerte como decía Freud: “Eros y Thanatos”. Escribir con y contra la muerte y por y para el sexo. Creo que esas fuerzas son las que inundan todo, no solo la literatura. Todo.

¿Cuál te parece el mayor problema de la sociedad?

Somos una especie fallida. Por más que uno analice los problemas por medio de las estructuras socio-económicas creo que somos un mal bicho. Y que estamos enfermos de poder y ese es el problema en general, siempre va estar rondando en la cabeza de nuestra especie la necesidad de poder, por ende estamos fregados. El concepto de poder es lo que complica la humanidad, sobre todo los poderes que no se ven, no tanto los gobiernos institucionalizados, que también son un problema, pero no el principal… el problema es el poder que no se ve, el que te hace creer que no existe.

Estuviste internado. ¿Cómo resultó esa experiencia?

Estuve en tratamiento por una depresión clínica. Lo más interesante puede que sea que reafirmé conceptos propios. Sobre todo mi cinismo. Suelo sentir que todo lo bueno que me pasa no me satisface, ya que me tenía que pasar, es como una consecuencia lógica y sin embargo todo lo malo que me sucede siento que es culpa mía, sin atenuantes y sin “socios”.

¿Cómo se desenvuelve el amor en tu vida?

Es muy importante, como creo que lo es en todos los seres humanos, aunque no es lo más importante. Se me ocurren al menos cinco cosas más necesarias que el amor para la vida. ¿Mis relaciones? Nunca estuve más de siete u ochos meses con una misma chica. Voy, vuelvo. El mayor tiempo de convivencia que tuve fue una semana. 

¿Qué pasa con las entrevistas hoy?

A mí me resulta raro hacer entrevistas, porque estoy haciendo muchas como si fuera famoso. Me parece que estaría muy bueno auto-entrevistarse…

¿Cómo te sentís en esta?

Raro, porque…es como un maquillaje que determina lo que hacés. 

El feedback…

Claro, es el ida y vuelta y aparte es un arma de doble filo, ahora estoy acostumbrado o me acostumbré más, pero siempre hay una tensión de decir algo, o de tratar de decir algo interesante. Pero en este caso es distinta porque no está basada en por qué escribiste tal libro o tal cosa, o de qué se trata tal libro…

¿Qué pregunta no te hice y quisieras responder?

¿Cómo me gustaría morir? Me gustaría morir, como lamentablemente no se puede morir…en una carga de caballería o en su defecto, en combate y creo que cuando sienta que ya no hay mucho más por hacer, buscaría una guerra cualquiera para morir. Si puedo elegiré algún bando…

No querés perder ni en la muerte...

Jajaja, pero morir, caer. Me gustan las defensas heroicas, los que pelean aunque saben que no van a ganar. Hay un montón de batallas históricas en las que me hubiese gustado pelear, por ejemplo: Termópilas, en la batalla del lago Trasimeno, en Zama, Gaugamela, Issos, en Agincourt y más modernas como Tobruk, Montecassino, Minsk, Carentan, Normandía. Manheim, en la ofensiva del Thet. 

13 de diciembre de 2012

PRENSA | Ciudad X de La Voz del Interior | Entrevista a Eugenia Guevara

Entrevista realizada por Emanuel Rodríguez, publicada el 22 de noviembre de 2012. Por razones de visibilidad la firma del periodista y la volanta con el nombre de la entrevistada fueron eliminados.

19 de noviembre de 2012

NOTICIAS | Se presenta el libro RCH. Entrevistas y Collages sobre esto y aquello


La revista Ruleta China lanza el libro Ruleta China 2007 – 2012, Entrevistas y Collages sobre esto y aquello (Ediciones con Doble Zeta), en las ciudades de Córdoba y Buenos Aires. El viernes 23/11, a las 18.30, en el Centro Cultural Casa de Pepino (Fructuoso Rivera 287), se llevará a cabo la presentación en Córdoba, a cargo de Dirty Ortiz e integrantes de la publicación. Una semana más tarde, el 30/11, a las 19, en la Sala Meyer Dubrovsky del Centro Cultural de la Cooperación (Av. Corrientes 1543) se realizará en Buenos Aires, con  Gustavo Álvarez Núñez. 

La compilación llevada a cabo por Eugenia Guevara reúne 20 entrevistas (17 publicadas y 3 inéditas) a personalidades de la cultura como Alejandro Jodorowsky, Ricardo Monti, Gaspar Noé, Bruno Dumont, Egven Bavcar, Rafael Spregelburd, Alejandro Tantanian, Flopa Lestani, Álvaro Restrepo, Fernando López, Carlos Reygadas, Todd Solondz y Damo Suzuki, entre otras, realizadas por Lucas Amuchástegui, Sandra Ferreyra, Eugenia Guevara, Sergio Raúl López, Lola Mendoza, Cecilia Perna y Silvia Nadalin. Además, integran el libro ocho collages pertenecientes a María Debanne, Javier Reyes, Cintia Meira y María José Cabral. 

Ruleta China se editó de 2007 a 2010 en ruletachina.com y hoy continúa en formato blog en revistaruletachina.blogspot.com. Bautizada con el nombre de una película del director alemán Rainer W. Fassbinder de 1976, la revista buscó desde el primer día ofrecer una alternativa a la agenda estandarizada de los medios de comunicación culturales. Aunque Buenos Aires fue la ciudad de origen de la publicación, primó en su forma de trabajo el concepto de red. Así, sus colaboradores provinieron de diferentes ciudades argentinas y del mundo. 

El libro será el primero de una serie de cuatro tomos (los siguientes compilarán las Poesías y las Pinturas, los Ensayos y Fotografías y las Arbitrarias Reseñas 2007-2012), que se editarán a partir del año 2013. 

9 de octubre de 2012

TEATRO | "Griegos" de La Convención Teatro | Una experiencia única



Por Eugenia Guevara

Pocas veces en la vida - y muchas menos veces durante el año 2012 - se tiene la posibilidad de asistir a una representación teatral que provoque eso que siempre el teatro ha querido provocar. Eso que, más allá de los fines primarios que pueda tener el teatro (entre los que se encuentran reír y llorar), se ha definido de maneras diferentes: conmocionar, perturbar, alterar, cuestionar, problematizar, producir ideas y sentidos. Eso que hace que ir al teatro sea excepcional, una experiencia que nos involucra, nos compromete de manera tal que no se parece en nada a, por ejemplo, ir al cine a ver una película de género, donde todo es previsible y anodino. Una parte del teatro de hoy se ha vuelto un poco así, como una película de género; mientras que otra sigue intentando dar con eso

Griegos de La Convención Teatro es una de esas obras con las que el encuentro resulta excepcional, una experiencia que toca a la emoción tanto como a la razón. Es la primera parte de una versión libre de La Orestíada, de Esquilo, que se estrenó en 2007 y fue seguida de Al final de todas las cosas (2008) y Con la sangre de todos nosotros (2009). La obra relata el momento en el que, luego de diez años fuera de su hogar, Agamenón, Rey de Argos, vuelve de la guerra de Troya. Antes de partir, para que los vientos soplaran a su favor, sacrificó a su hija Ifigenia. Clitemnestra, su esposa, lo espera – lo ha esperado desde que se fue - para vengar la muerte de Ifigenia, para vengarse. Agamenón regresa con Casandra, la profetisa en cuya palabra nadie cree, como botín de guerra. Y ese es el momento que Griegos retrata.



Respetando los principios aristotélicos de unión de espacio, tiempo y acción, la puesta compone con escasos elementos, valiéndose más que nada de los cuerpos (cuerpos que se entregan al máximo) y de la palabra de los tres actores, una versión de la tragedia clásica que por momentos adopta una intensa comicidad. Dispuesta en un escenario no convencional -un escenario, una escena, que para la sorpresa, el deleite y hasta el éxtasis o el júbilo del espectador se va reconstruyendo constantemente, sobre todo en profundidad-, Griegos también invita a pensar la temporalidad: ¿cuándo empieza y cuándo ha terminado? ¿Es mensurable Griegos? Y si lo fuera, ¿cuál sería su medida?

En la página web del grupo dice que su objetivo primordial es "intervenir dramatúrgica y escénicamente textos que forman parte de la tradición teatral”. Así, trabajan sobre dos principios: entienden las prácticas de versión / adaptación / apropiación como espacios de contagio y de encuentro cultural / ideológico / artístico y piensan las relaciones y modos de creación grupal como zonas experimentales donde el resultado nace de la interacción de las visiones de sus miembros. Todo esto de alguna manera es evidente en la puesta donde los nombres de la historia griega y las anécdotas que involucran a los dioses, se mezclan con referencias intertextuales pero sobre todo, extratextuales, relacionadas con el contexto al momento de la representación. También este método es visible en la fusión de los grandes temas de la humanidad con lo cotidiano, lo nimio, lo vulgar y en la utilización de un lenguaje antiquísimo propio de los griegos que, al mismo tiempo, puede ser cordobés corriente. Y sobre todo, en ese original preámbulo que nos presenta /presenta a los personajes (y a los actores) y a la tragedia (y a la puesta).

Aunque llegamos a Griegos algunos años después de su estreno, hemos asistido o sido parte de una función única como debe ser cada una de sus presentaciones. Por eso, fue una enorme prueba del favor - o de la furia - de los dioses haber vivido un rutilante e inolvidable regreso de Agamenón enmarcado por una intensa tormenta.

“Griegos” de La Convención Teatro. Dramaturgia: Versión libre de “Agamenón”, de Esquilo, por Daniela Martín, Carolina Muscará, Gastón Sironi, y los actores. Dirección: Daniela Martín. Con Analía Juan, Maura Sajeva, Mauro Alegret. Vestuario: Valeria Urigu y el elenco. Diseño de luces: Rafael Rodríguez. Fotografía y arte digital: Melina Pasadore. Asistencia de dirección: Estefanía Moyano. Viernes de octubre, 21 hs. Taller Cultural Crearte, Urquiza 1415. Córdoba. Entrada: $50, $40. Reservas: griegos.cba@hotmail.com

24 de marzo de 2012

TEATRO | "La Virgencita del mal paso" de Rodrigo Cuesta | Parte de la religión

Por Fernanda Vivanco

En Córdoba, en la sala de El Cuenco Teatro ocurrió un pequeño milagro (o algo así). La Virgencita del Mal paso, tercera obra seleccionada del Programa Teatres de la Municipalidad de Córdoba, cuenta una historia que reescribe el mito que en el catolicismo se define como aparición mariana o de la Virgen María, contando en tono de humor la aparición de una Virgen que anuncia acontecimientos desgraciados y fatales venideros a una jovencita llamada Fátima, que vive en un pueblo perdido en el mapa llamado Mal Paso. 

No es la primera vez que Rodrigo Cuesta se mete con la religión, uno de los temas considerados tabúes para nuestra sociedad. Ya asumió el riesgo en ocasión de dirigir al elenco de la Universidad Nacional de Córdoba con Kidushín, el tercer socio, una historia de enredos protagonizada por dos amigos judíos que fundan una mini empresa llamada el Imperio “Rodados Shalom”, y que a posteriori deciden casar a sus hijos, desatando una trama llena de guiños cómicos para con la comunidad, las costumbres y la historia judía.

El director ha logrado una vez más dejar su impronta en esta ocasión, al igual que en las últimas producciones que ha dirigido. Se puede reconocer en sus guiones una estructura dramatúrgica aceitada y enriquecida por la dramaturgia de los actores, y un código humorístico que aloja un dialecto propio de signos lingüísticos- gestuales al que responden con organicidad tanto los actores del elenco del Cuenco como los invitados, en este caso la histriónica Cokó Albarracín quien encarna a Fátima.

La joven Fátima tiene premoniciones de muerte a su alrededor. Inmediatamente después de cada premonición, la Virgen emerge ante sus ojos en un estallido de música y luz celestial que parodia la escena de Cenicienta y la aparición de su hada madrina de Disney. En su última visión, la joven presiente su propia muerte y la Virgen todavía no ha aparecido. Mientras tanto, en un taller de costura, Caridad (desopilante actuación de Ana Ruiz) y su equipo de costureros -compuesto por personajes almodovarianos: un jóven que está embarazado y el tonto del pueblo- más la supuesta abuela de Fátima, todos oriundos de Mal Paso, cosen vestiditos y peluquitas a una virgen que todavía no conocen, mientras envidian en secreto las visiones de Fátima. Ella llega a ese taller esperando encontrar respuestas. O tal vez reconstruir su última visión, la de su propia muerte. 

Como una postal barroca y bellamente kistch a la vez, se abre esta tragicomedia mística con una puesta que linda entre santuario-santería y taller de costura, donde cada recoveco aloja un adorno: vírgenes, velas, estampitas, rosarios de todos los colores colgados como cortinita junto a lucecitas navideñas, máquinas de coser, telas y tijeras, frasquitos con botones y también armas de fuego.

Los espectadores se convierten en testigos mudos de los procedimientos amorales y perversos a los que recurren las costureras para salir bien paradas económicamente ante el gran acontecimiento que se rumorea se avecina en el pueblo.

"La Virgencita del Mal paso". Dramaturgia y Dirección: Rodrigo Cuesta. Con Cokó Albarracín, Eva Bianco, Facundo Domínguez, Naty Díaz, Lucía Pihen, Ana Eloísa Ruiz, Ignacio Tamagno y Aimé Zárate.

26 de noviembre de 2011

TEATRO | "Kassandra" dirigida por Cipriano Argüello Pitt | La lucidez en la ambigüedad

Por Fernanda Vivanco

El monólogo escrito por el dramaturgo Sergio Blanco de gran exigencia actoral está basado en la mítica historia de Casandra, la princesa troyana hija de los reyes Príamo y Hécuba, con el don de la adivinación y condenada al descreimiento, despreciada por ello y tomada por loca.

Sueña las pesadillas que harán realidad los hombres que no pueden ni quieren ver la fatalidad que entrañan sus actos, lo cual invariablemente sólo puede terminar en tragedia.

El texto camina sensualmente sobre el borde del abismo que separa la antigua Grecia de cualquier urbe actual, desgastada y corrompida, demostrando que ese material esencial del que estamos hechos los hombres y las mujeres no muda de piel aunque cambie el plano espacio-temporal que lo circunscriba.

A priori no podemos distinguir de qué origen geográfico, racial, época o de qué género es el protagonista. Su marca identitaria puede contener todos los géneros, todas las razas, todos las lenguas, todas las nacionalidades. Una princesa, un taxi boy, un extranjero, un marginal, un ser incestuoso, un paria, un libertino, un ser sufriente, un ser amoroso. Esta pieza refresca, retuerce y frickea la mítica Casandra de las tragedias griegas.

Kassandra nos habla en un inglés básico que no es su lengua materna, chapurreado, estructurado en una sintaxis más familiarizada con el español que con la lengua sajona. Se expresa desinhibida y explícitamente por momentos logrando degradar, vulgarizar, corporizar, materializar y acercar lo elevado y abstracto que puede haber en este antiguo mito.

Quien no tiene conocimiento alguno de esta lengua, podrá quedar igualmente prendado de otras textualidades, como el juego preciso de tensiones digitado por su director, Argüello Pitt. El clima de ritual antiguo e íntimo que genera Martín Suárez al dar la bienvenida, servir la mesa, atender amablemente a sus invitados, amenizar el encuentro. Y la presencia fluida, amalgamada y constante de Pablo Cécere en contrabajo y voz, quien teje la red sonora que envuelve a espectadores-actores, en ese cualquier lugar, activando las cuerdas internas de los convidados.

Curiosamente nos habla una Kassandra con K, pero al margen de la connotación que podría caberle en nuestro país, el alcance político de esta producción va mucho más allá, derrumbando fronteras, poniendo bajo la lupa las flaquezas de ciertos paradigmas culturales que se aceptan como verdades taxativas y cuestionando la legitimidad del binomio moral.

La pista que puede acercarnos al macrosentido de esta performance está a la vista en el programa de mano, donde se cita al dramaturgo y activista político británico Harold Pinter quien sentencia: “Todo puede ser falso y verdadero al mismo tiempo”.




"Kassandra" de Sergio Blanco. Dirección: Cipriano Argüello Pitt. Actuación: Martín Suarez. Música en escena: Pablo Cécere. Asistente de Dirección: Viviana Grandinetti. Traducción al Griego de Las Troyanas: Marcos Cáceres. Diseño y realización del mapa: Guadalupe Suárez Jofré. Diseño gráfico: Lucas Chami. Producción: Gisele Chaui. Prensa: Victoria Conci. Es una Producción de Documenta Escénicas. Última función: 26/11/2011. Documenta Escénicas, Lima 364, Córdoba, Argentina. Reservas: 0351 - 4290280.