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18 de diciembre de 2015

RANKING ANUAL | Las 10 más leídas de 2015




1. CINE| "Birdman" (I) de Alejandro González Iñárritu | ¿De qué hablábamos cuando hablábamos de amor?
 Por Eugenia Guevara

Los Óscar no me interesan. En general si es una de "los Oscar" prefiero no verla. Desde Danza con lobos (1990) me parecía que Óscar era igual a aburrimiento y pesada bajada de línea moral o ideológica. En el último intento, vi 40 minutos de Vivir al límite (2009), en los que fui tremendamente infeliz y lamenté muchísimo que la misma Kathryn Bigelow que había hecho algunas buenas películas en los 80 hubiera dirigido semejante basura. Era mala, aborrecible por su "mensaje", aburrida, fea y sin ningún brillo. La política internacional de Estados Unidos había devorado el talento, el glamour, las estrellas y la idea de felicidad a la que Hollywood nos había acostumbrado en sus mejores años. Seguir leyendo

 
2. MODA | OSCAR | Duros, apretados y aburridos
Por Florencia Mangini  

Juntarte a ver los Oscar con amigos puede ser un buen plan o un embole total, lo cual depende de la ceremonia en sí, no de la reunión. La nuestra fue graciosa, incluyó comida, bebida, postre y posteos on line siguiendo los premios. La estatuita no es sinónimo de calidad pero sí de éxito, se la critica mucho pero cuando hay una peli argentina nominada, obvio queremos que gane. Esta vez no, a muchos Relatos Salvajes no nos despertó tal sentimiento. A mí sí me impresionó ver a Armandito Bo recibiendo un premio, con una carrera más silenciosa que la de Damián Szifrón. Ahí estaba, en el lugar que muchos querrían estar. Tendría más para decir de Bo, positivo y negativo, pero no es el objetivo de esta nota. La ceremonia de entrega cuenta con varios atractivos como la famosa alfombra camino a la fama, el conductor, los presentadores y los números musicales de turno. La noche del 22, todas las razones para ver el Oscar no alcanzaron. Seguir leyendo

Por Natalia Maya

¿Cómo vivir juntos?

Los combates se producen en la intimidad de un encierro: en el Congreso de la Nación, en un departamento cualquiera de la calle Riobamba, pero ¿cuál es la dialéctica de la palabra cuando el sentido ha emprendido la fuga?

En El combate de los pozos estamos frente a un futuro en distopía ocupado por multiversos paralelos de la reunión, de un lado un grupo de políticos, una diputada, asesores, hijos de… y legisladores; del otro, un grupo de lectura que se reúne en torno a la publicación de su revista número uno de filosofía política, luego de algunos fallidos en la salida del número cero. Seguir leyendo

 
Por Alba Ermida

Un descubrimiento acertado del teatro contemporáneo es la adaptación de textos no dramáticos, bien llevándolos a una interpretación actual, bien revisándolos desde la perspectiva del lenguaje y la estética.  Es un acto de generosidad por parte de un director traer al presente un clásico: una forma nueva y atractiva de asomarnos a la literatura más descollante. Seguir leyendo

 

La catarsis puede ocurrir incluso al cantar, a todo pulmón, simplonas tonadas románticas, aquellos éxitos que tres o cuatro décadas atrás inundaban las radios en español –Massiel, Paloma San Basilio, Umberto Tozzi, Miriam Hernández– y que ahora conforman la programación de la nostalgia. Con sus tonadas pegajosas y ritmos machacones, resultan el vehículo perfecto para que Gloria exprese su vida de mujer madura, casi sesentona pero todavía atractiva, cuya sonrisa arrebatadora, casi luminosa, oculta detrás de unos amplios anteojos, esos mismos que las estrellas televisivas y fílmicas usaban en las modas setenteras y ochenteras. Seguir leyendo

6. TEATRO | "Siembran" dirigida por Eugenia Hadandoniou | Todas las paredes son el teatro
Por Candelaria Díaz Gavier
 
Sólo tres de las cuatro paredes que forman los espacios en nuestro imaginario están presentes en un escenario. La cuarta pared del teatro -justamente esa que no se ve y por eso, la única imaginaria-, es lo que le hace al teatro ser teatro. Pero la obra Siembran, dirigida por Eugenia Hadandoniou y escrita y actuada por Daniela Valdéz, Delfina Díaz Gavier y Gustavo Kreiman, no se monta en un teatro sino en un departamento en la ciudad de Córdoba. Con esa intimidad y cercanía, el espectador que está sentado puede mirar con la sutileza de una cámara y serle indiferente a esas imágenes, pero también puede oler y escuchar como si estuviera efectivamente presente dentro de la imagen. Siembran es una obra que descansa sobre la realidad de la cuarta pared, que es también su no realidad. Seguir leyendo

 
7. BAFICI | "Theory of Obscurity: a film about The Residents" de Don Hardy | Anatomía de un anonimato
Por Alejandro Dramis

Con cuarenta años de carrera y más de sesenta discos en la calle, The Residents se convirtió en una banda de experimentación musical y audiovisual famosa por el enorme desconocimiento y la poquísima información que ha circulado sobre sus miembros durante todo este tiempo. Varias razones acompañan esas circunstancias, pero fundamentalmente dos: la primera es que siempre, desde el primer momento de su existencia, los miembros de la banda subieron al escenario disfrazados y con sus rostros cubiertos con máscaras, y cuando no, tocando detrás de telones que impedían ver sus caras. Además, jamás dieron una entrevista a la prensa ni se fotografiaron sin caretas, razón por la cual todavía, después de cuatro décadas, nadie sabe realmente quiénes son estos extraños residentes. La segunda razón viene con el título del film puesto en práctica: la Teoría de la Oscuridad, o la creencia de que solo un artista puede ser verdaderamente libre y auténtico en sus creaciones si se mantiene en el anonimato, evadiendo la prensa, el culto a la idolatría y la necesidad de pertenencia a la industria del star-system. Es por eso también que los Residents, a su edad temprana han creado su propia discográfica, Ralph Records, y su propia productora, The Cryptic Corporation. Seguir leyendo


Por Cecilia Perna

Tengo este problema histórico con las películas, con todas las películas: me las olvido. Pero nunca para siempre. Al tiempo reaparecen transformadas, metidas en mi memoria como parte de mi cuerpo. Igual que los sueños, que vuelven fragmentados durante el día. Un rostro, un color, un movimiento. Pensar en un director, para mí, es pensar un gesto fílmico.  Nombremos dos: en mi memoria, Godard es un plano secuencia girando en el espacio y Fellini, la melancolía abarrocada del set en el set, perfectamente encuadrada. (¿Quién mira? ¿Quién escucha?) Nombremos estos dos, retengámoslos. Como en un sueño.  Seguir leyendo
 


Por Leonardo Maldonado

El martes pasado en el marco del BAFICI, el realizador Andrés Di Tella moderó en el Salón Dorado del Teatro Colón una conversación entre la actriz francesa Isabelle Huppert, invitada de honor del Festival y el artista plástico argentino Guillermo Kuitca. El tono del encuentro, que duró exactamente una hora, fue intelectual y sensible. Intercambiaron ideas y concepciones sobre el arte, sus propias obras y el trabajo del otro. Apenas ingresó al recinto, Huppert pareció intimidarse, incluso asustarse, con los efusivos aplausos del auditorio. Todas las miradas estaban concentradas en su figura.  Seguir leyendo

10.  ENTREVISTA | Esteban Llamosas | El Mal de la corrupción social
Por Sylvia Nadalin

Esteban F. Llamosas es un joven escritor cordobés que ya lleva publicadas cinco novelas estructuradas como saga de Los casos del detective Lespada (la serie se inició en 1998 con El rastro de Van Espen), un personaje solitario y cínico que vive con su gato Raimundo y trabaja, en su oficina en el 1º B de la calle Colón, con su ayudante Cherkavsky, guiños referenciales a lo mejor de la novela negra moderna. Seguir leyendo

7 de mayo de 2015

TEATRO | "Siembran" dirigida por Eugenia Hadandoniou | Todas las paredes son el teatro


Por Candelaria Díaz Gavier
Fotografía: Ailín Guevara

Sólo tres de las cuatro paredes que forman los espacios en nuestro imaginario están presentes en un escenario. La cuarta pared del teatro -justamente esa que no se ve y por eso, la única imaginaria-, es lo que le hace al teatro ser teatro. Pero la obra Siembran, dirigida por Eugenia Hadandoniou y escrita y actuada por Daniela Valdéz, Delfina Díaz Gavier y Gustavo Kreiman, no se monta en un teatro sino en un departamento en la ciudad de Córdoba. Con esa intimidad y cercanía, el espectador que está sentado puede mirar con la sutileza de una cámara y serle indiferente a esas imágenes, pero también puede oler y escuchar como si estuviera efectivamente presente dentro de la imagen. Siembran es una obra que descansa sobre la realidad de la cuarta pared, que es también su no realidad.   

Fui a dos funciones distintas. Y digo “fui”, y no “vi”, porque Siembran es un lugar a donde se está invitado, y donde la intimidad se parece mucho a cotidianidad. Repeticiones comunes en vidas particulares: ¿Cuántas veces pasamos tardes hablando sobre cosas que no hacemos, cuántas veces pivoteamos fortuitamente y sin intermedios, entre la tragedia doméstica, el drama de lo que circunda, y las nimiedades más ligeras?

Ay, los vínculos. ¿Qué es la fraternidad, la amistad, la seducción, el rechazo? Cómo pasa en lo más privado de la vida de uno, lo que le pasa a tanta gente. La obra pone una lupa sobre un micropixel de lo que, puesto a la distancia, se ve homogéneo e indistinto.

La contemporaneidad es una pregunta obvia, creo. Siembran es hiperrealistamente contemporánea: la música cordobesa independiente, el departamento nuevo en el centro, todas las referencias más o menos visibles a lo que los rodea y nos rodea, a una juventud tan específica.

La intimidad es un efecto y a la vez un medio técnico, gracias al cual, ahí sentados en el banquito contra la pared, podemos ver una performance compuesta de gestos austeros, poco suntuosos desde la perspectiva del teatro, expresivos y gesticulosos, quizá, desde la perspectiva de la vida común; verosímilmente grande en proporción al tamaño del espacio: un departamento, un drmt., cocina sep., piso de parquet.

Olor a shampoo, sahumerio y porro. Bajan las luces, suben la música. Mica y Leo se actualizan, cuentan todo lo que pensaron desde la última vez que hablaron, que fue hace un rato, calculo. Llega Miki, interrumpe el equilibrio pero es parte del equilibrio de ese lugar, la inconstancia constante de los estados de ánimo de la soledad, de los que piensan la soledad.

Y esa soledad tiene un placer tan impuro, lleno de unas cosas como sus contrarias. Con gracia o con drama, al final todas las transformaciones suceden todo el tiempo, por chicos que sean los actos que las generen.

Tenemos que estar cerca para ver todo lo grande que pasa en partes del cuerpo, tenemos que estar lejos para ver el movimiento coreográfico de tres personas en un living con cocina separada y un balcón, haciendo nada. Desplazamientos infructuosos (para la vida, no para la escena) que hacen del tiempo sucesiones de instantes, y de las decisiones una fantasía, y de las charlas un pasatiempo. O una necesidad de empatía con los otros, que viene evocada en el drama de un personaje que apenas es personaje. La tragedia viene de afuera, es remota en relación con la historia, viene a generar sentimientos en personajes que no parecían tener ninguno hasta que los construyen hablando. Viene a compungir el destino de los que tenían todo listo, limpito y con olor a sahumerio, para salir a divertirse sin que haya nada de lo que descansar.

No es que los personajes de Siembran sean personas, es que las personas somos personajes, que nuestros estados de ánimos vienen pegados a los hábitos que repetimos y las historias que contamos.

El balcón: se sale del living a ningún lugar, se entra a una pieza que no se ve, están las plantas que vagamente se riegan pero en realidad crecen solas, se sacude la colchita de la cama donde empieza y termina todo. Apenas un rincón del otro lado de la puerta ventana que es la única pantalla materialmente presente en la obra, pero no la única que funciona para el espectador que tiene que estar para no estar, y ver lo que no se ve pero ya se sabe, porque es así.

Sos invisible: entran y salen Leo, Miki y Mica, al balcón, a la cocina, y se escuchan menos sus diálogos. Con la música alta, o hablando desde afuera. No te hablan. Cuando te miran, quizás miran la pared, o el interruptor de la luz que tenés detrás. Conversan entre ellos, y teatralizan personalidades o personifican estereotipos. La cosa es que cuando algo duele, se pone serio, porque ya no hay construcción sino dolor. Y vos que estuviste sentado y viéndolo como si fueras la pared, ya no sos pared. El dolor es el dolor. La empatía involucra a todos, el tedio también. Será hora de volver. Al departamento. Al personaje.

“Siembran” de y con Delfina Díaz Gavier, Gustavo Kreiman, Daniela Valdez. Dirección: Eugenia Hadandoniou. Producción: el Izquierdo | teatro. Música: El festín- Aguapordentro, Mirko- Almor; Si mi- Candelaria Zamar; Somos- Félix San Martín; Lo que duele y lo que no- Fran Kreiman; Contraindicaciones del pensamiento- Francisca y los exploradores; Lo que digo- Rayos LáserViernes de mayo a las 20.30 hs. Córdoba (la dirección se pasa una vez hecha la reserva por sms o wpp al 351-6168435 o por Facebook: el Izquierdo Teatro.