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28 de mayo de 2015

CINE | "Zonda, folclore argentino" de Carlos Saura | Viaje a las raíces de la música nacional


Por Alba Ermida

Al estilo de sus trabajos anteriores Flamenco, Fado o Sevillanas, ahora Carlos Saura, el octogenario cineasta español, recoge el folclore argentino en una cinta que titula Zonda, folclore argentino  que, sin una trama narrativa y definido como un musical por el director, se configura como un catálogo de ritmos propios de la cultura argentina, una antología de la música autóctona del país. 

El autor le da absoluta prioridad a la música, al sonido de instrumentos y voces, a la expresión vocal y corporal, sobre las formas cinematográficas o documentales, de forma que, a lo largo de una hora y media se suceden sin introducción ni explicación temas de distintos géneros musicales interpretados por conocidos músicos del país (hasta pareciera que están todos): desde el pianista Horacio Lavandera que abre la cinta con un hermoso “Bailecito” pasando por la popular Soledad Pastorutti, los maestros Jaime Torres, Aznar, Salinas y Vitale, Liliana Herrero, Juan Falú, Jairo, Peteco Carabajal, sin olvidarse de sendos homenajes a Mercedes Sosa y Atahualpa Yupanqui, entre muchos otros. 

Como todo trabajo audiovisual, Zonda es un cúmulo de decisiones. En este caso, Saura elige la sobriedad de los trabajos anteriores y monta un estudio en un galpón del barrio porteño de La Boca, con un par de paneles traslúcidos como fondo de decorado sobre los que proyecta luces de colores, vídeos, fotos o simplemente los usa para jugar con las siluetas de los bailarines. Rodeado de un distinguido equipo técnico, en el que despunta el director de fotografía “Chango” Monti, Saura consigue hermosas imágenes. Por ejemplo, un piano de cola sin la tapa en un visceral plano cenital que permite ver las entrañas del instrumento. También el sonido es de una calidad excelsa, lo que permite disfrutar más de la música en un sentido de profundidad que un concierto en directo no permitiría.

Hermosos instrumentos, voces femeninas y masculinas, intérpretes de pueblos originarios, vestidos de forma tradicional o contemporánea, niños, ancianas, bailarinas y bailarines se juntan para mostrar su cultura desde la entrega y el disfrute. Y así consigue Saura trasladarle esa alegría al espectador, mostrarle su cultura a los argentinos y enseñársela a los extranjeros, una cultura que enraíza en la música, variada y compleja, identitaria. 

"Zonda, folclore argentino" (Argentina-España-Francia, 2015).  87'.  Apta para todo público

22 de abril de 2015

BAFICI | "Theory of Obscurity: a film about The Residents" de Don Hardy | Anatomía de un anonimato


Por Ángel Rofrano

Con cuarenta años de carrera y más de sesenta discos en la calle, The Residents se convirtió en una banda de experimentación musical y audiovisual famosa por el enorme desconocimiento y la poquísima información que ha circulado sobre sus miembros durante todo este tiempo. Varias razones acompañan esas circunstancias, pero fundamentalmente dos: la primera es que siempre, desde el primer momento de su existencia, los miembros de la banda subieron al escenario disfrazados y con sus rostros cubiertos con máscaras, y cuando no, tocando detrás de telones que impedían ver sus caras. Además, jamás dieron una entrevista a la prensa ni se fotografiaron sin caretas, razón por la cual todavía, después de cuatro décadas, nadie sabe realmente quiénes son estos extraños residentes. La segunda razón viene con el título del film puesto en práctica: la Teoría de la Oscuridad, o la creencia de que solo un artista puede ser verdaderamente libre y auténtico en sus creaciones si se mantiene en el anonimato, evadiendo la prensa, el culto a la idolatría y la necesidad de pertenencia a la industria del star-system. Es por eso también que los Residents, a su edad temprana han creado su propia discográfica, Ralph Records, y su propia productora, The Cryptic Corporation.  

Entonces, ¿qué se puede decir en un documental acerca de una banda de la que poco y nada se sabe? Algunos datos interesantes: se formaron en San Francisco en los tempranos '70, obtuvieron su bautismo al recibir por carta una respuesta fallida de una discográfica que, al no encontrar un nombre artístico que se hiciera cargo de la música que les había llegado por correo (acorde a la lógica del anonimato más radical de sus autores), dirigió su respuesta a "los residentes", de donde luego el grupo tomó su nombre. También filmaron películas muy extrañas que pocas veces vieron la luz, inventaron el videoclip mucho antes de que tuviera ese nombre, y son probablemente los artistas más influyentes y originales de los siglos XX y XXI. El film recoge parte del inabarcable material de la banda y los testimonios de músicos como Les Claypool (Primus), Jerry Harrison (Talking Heads) o Jerry Casale (Devo) y de personalidades asociadas a ellos de una u otra manera, como Penn Jillette, presentador oficial del grupo, o Matt Groening, fanático confeso y de quien se ha dicho (junto a George Harrison, David Byrne o Frank Zappa, por nombrar solo algunos) que ha sido uno de los hombres detrás de las máscaras. También están las infaltables palabras y anécdotas de los miembros de las corporaciones crípticas residentes ya mencionadas, únicos personajes autorizados para hablar en nombre de los miembros de la banda, como lo son los míticos Homer Flynn y Hardy Fox.

Pioneros indiscutidos en la experimentación del videoclip, el cd-rom y el laser disc, vanguardistas en todos los aspectos posibles, reyes de la ironía y de la música experimental, The Residents son, sobre todo, un concepto de banda: inclasificables, irreconocibles e iconoclastas. Sus seguidores alrededor del mundo se convierten de inmediato en sus devotos, fetichistas y fanáticos incondicionales; y, por el contrario, sus detractores los detestan, no los pueden ver o escuchar sin irritarse y querer escapar de inmediato a sus sonidos deformes y aterrorizantes. Theory of Obscurity es un documento genial, sublime. Permite introducir a los ajenos adentro de ese viaje sin retorno junto a esas voces raras de San Francisco; pero, por otro lado, para sus fundamentalistas fanáticos es probable que el film no funcione mucho más que como un repaso de los desconocimientos y misterios ya sabidos y conocidos de antemano. Sea cual fuere la ubicación de cada uno, amante o detractor, discípulo o radical enemigo, este film es una cita imperdible para conocer todo lo poco que se puede saber sobre una de las bandas más misteriosas e interesantes del universo.

BAFICI | Documentales sobre cómo filma, piensa y mira Jarmusch



Por Ángel Rofrano

Gracias a una entrevista que le realizó hace unos años a Jim Jarmusch durante el festival de Cannes, la periodista y joven cineasta francesa Léa Rinaldi pudo convencer al tímido realizador norteamericano para que le permitiera participar con su cámara del rodaje de sus dos últimas películas: The Limits of Control y Only Lovers Left Alive. Obtener el sí del viejo poeta del punk le llevó unos 9 meses de espera desde la mencionada entrevista, y resultado final son estos dos íntimos e interesantes documentales en los cuales se puede ver a un Jarmusch siempre sereno, bromista, perdido dentro de sí mismo y, sobre todo, cuestionando su propio trabajo como guionista y director, agregando constantemente una cuota de dinamismo, frescura y originalidad a sus películas y cambiando a último momento el punto de vista ya elegido y estudiado para las cámaras, los escenarios acordados o reescribiendo las escenas que se están filmando y que, sin completarse aún, ya han quedado viejas para la rápida y ambiciosa mirada del canoso Jim. Algo así como un permanente boicot sobre sí mismo como método creativo, pero en contra de cualquier método creativo posible; y todo muy en clave Jarmusch.

La primera de las películas Behind Jim Jarmusch transcurre en Sevilla, durante las filmaciones de The Limits of Control en el castillo de Alcázar y en las callecitas y recovecos de esa bella ciudad. Entre el caos sonoro de la urbe y la multitudinaria presencia de lugareños, técnicos, actores y asistentes, se puede ver al tranquilo Jarmusch siempre intentando incorporar esos elementos del azar de sus locaciones a las historias que captura con sus cámaras y su mente. Aquí, durante los rodajes y los traslados, él habla con Léa y nos regala unas cuantas declaraciones interesantes sobre música, cine o poesía, pero nunca una opinión sobre su trabajo en particular, cosa que sabemos detesta hacer. La segunda película, Travelling at Night with Jim Jarmusch, captura las vampíricas tomas nocturnas de la filmación de Only Lovers Left Alive, su música, su sangre, los colmillos y, especialmente, el clima metafísico y mágico que le da Jarmusch a sus sets; el infinito respeto y el tiempo eterno que se toma para hablar con cada uno de los miembros de su equipo, desde los actores más famosos hasta los asistentes y ayudantes más ignotos, y la devoción cuasi religiosa de todos ellos por ese trabajo en conjunto. Pocas veces se puede ver un ambiente de filmación en el cual la horizontalidad y la idea de que el cine es, efectivamente, una creación colectiva se vuelven tan palpables y reales como en este documental. Y todo se debe, al menos, a dos factores: la enormidad de Jarmusch como realizador, persona y poeta 24/7, su claridad conceptual en su perpetua búsqueda, y el nivel de intimidad y ternura de la cámara de la directora de ambos films, que permite un acercamiento inusitado a un personaje que es bien conocido por ser extremadamente reservado, tímido y privativo.

Los títulos de las películas de Rinaldi rinden un culto fiel a su resultado final: estar durante 50 minutos montados en las espaldas de Jarmusch y poder ver, casi con sus propios ojos, ese mundo etéreo y ralentizado de su poética fílmica; y viajar hacia el fin de la noche —y si llegara a hacerse de día, siempre con los anteojos negros puestos— junto a la actitud y la cabeza de ese punky intelectualoide al que queremos tanto, desde hace tanto y por tanto.

31 de octubre de 2014

CINE | "Ensayo de una Nación" de Alexis Roitman | Todavía cantamos



Por Alba Ermida

Cuatro años después del Bicentenario de la Nación Argentina, es decir, con un retraso en el estreno que le juega en contra, aparece en cartelera Ensayo de una Nación, un documental cuyo potencial más fuerte es la analogía que desde el bien elegido título se puede establecer con el funcionamiento del país argentino.

Con motivo de la celebración de los doscientos años de vida de la Argentina, el proyecto de un coro infantil gigante y heterogéneo, Argentina Canta por la Paz, fue aprobado por la comisión del gobierno dedicada a tal conmemoración. Empezado el camino, puestas las piedras. 

El plan era, en sus inicios, ambicioso: tres coros de seiscientos niños cada uno cantando en distintos lugares del territorio. Las complicaciones nacieron de la simpleza de la naturaleza humana: el nivel de compromiso, de formalidad, de implicación... Y van ramificándose y agravándose a medida que el tiempo apremia. Una de las características de las que más se jactaba el incipiente coro, la heterogeneidad religiosa, social, económica, de sus coristas, terminó siendo fuente de conflictos y divergencias. 

Sin embargo, fue otro el factor más determinante en la disolución progresiva del coro argentino: la política. En sus ansias de grandeza, se quiso ampliar más el proyecto, que de tan ambicioso se convirtió en sueño inalcanzable. Así que el resultado acabó siendo menor en número y en repercusión; de hecho, salió adelante gracias al tesón de maestros y organizadores que priorizaron la ilusión de los niños, ajenos a los conflictos de los adultos y políticos, y se comprometieron con y por ellos hasta conseguir su objetivo y su ilusión. 

Sencillo en su realización, simple en el relato, conciso en la ejecución y simbólico en el tema, el documental aprovecha bien la espontaneidad de los niños y transmite muy bien la diferencia en la motivación de adultos por un lado y la de los niños por otro. 

Aunque se mencionan, se muestran, se habla de las piedras con las que este proyecto se encontró en su camino, no se profundiza en ellas, lo que nos aportaría aún mayor conocimiento del funcionamiento de esta nación, la Argentina, que a doscientos cuatro años de su nacimiento, aún sigue ensayando cómo crecer y cómo mostrarse al mundo.

19 de mayo de 2014

CINE | "Ramón Ayala" de Marcos López | Un retrato que piensa


Por Eugenia Guevara


Marcos López, además de prestigioso, es el fotógrafo argentino más popular de los últimos 20 años. Dueño de un estilo potente e inconfundible, colorido y brillante, y de un nombre fácil de ser recordado, también tuvo desde siempre el poder de hacer que sus imágenes, más que nada sus retratos, saltaran a los imaginarios de aficionados a la fotografía, fotógrafos e incluso de aquellos que nunca habían pensado en la fotografía como arte, y se instalaran en un lugar preferencial. Así la imagen creada por Marcos López remite a Marcos López de inmediato. Y el tema de la marca (como huella pero también como un rasgo identitario), del nombre, de la memoria, es una idea con peso en el documental Ramón Ayala, que López dirigió sobre el poeta, músico, cantor, pintor, una figura clave de la música popular argentina, cuyo nombre, justamente, no se asocia tan directamente ni tan fácil a su obra, una obra inmensa y conocida. ¿Quién no sabe de memoria, quiera o no, los versos y los acordes de canciones como Posadeña linda o El cosechero?

La ópera prima de Marcos López es un retrato de Ramón Ayala, pero también es otra cosa. Es un retrato que, en principio, no se distancia de los retratos fotográficos de su realizador: planos fijos, lindos encuadres, color y luz, escenificaciones o "puestas en escena". Y los personajes, empezando por el propio Ramón Ayala, inconmensurable en toda su sabiduría y su magnificencia. Liliana Herrero, una de las entrevistadas en la película, junto con Juan Falú o el Tata Cedrón, por nombrar algunos, dice que Ramón Ayala cuando habla, recita, o canta, tiene en la voz, o en el acto, el gesto de quien crea el mundo, o un mundo, el don de originar, digamos. Y ese detalle que recoge Marcos López de Ayala asume el rol del instante preciso para la foto perfecta, al tiempo que ofrece una pista muy significativa a la hora de ir construyendo a Ayala. Igualmente el testimonio de otros personajes, cuyas existencias están relacionadas con Ayala, a partir de la influencia que su obra tuvo en ellos (por ejemplo el publicitario Víctor Kesselman o el vendedor ambulante de discos) forman parte de ese retrato. Y es entonces sí un retrato pero al mismo tiempo es una obra que piensa en la memoria y en el recuerdo que dejamos, explora cómo es que la existencia de uno (en este caso, un uno que es una pieza clave de la cultura argentina) adquiere sentido y se proyecta en relación con la existencia de otros. Marcos López escoge a Ramón Ayala, pero también al vendedor de discos. En la película Ayala mismo habla de la canción como memoria, al referirse a la suya sobre los olvidados mensús

Un amigo documentalista me dijo que la película de Marcos López sobre Ramón Ayala no le había gustado. ¿Porque es de fotógrafo con mucho plano fijo?, le pregunté. Ni siquiera, contestó. Su razón era que el personaje de Ayala "se le escapaba". Me quedé pensando en eso, y en la película que a mí me había gustado mucho; recién acababa de verla cuando escuché su opinión. Y como no sólo somos recordados en relación con otros sino que también nos construimos confrontando opiniones con otros estuve dándole vueltas al asunto. Pero no. Ramón Ayala no "se le escapa". Tras la idea de la huella, Marcos López muestra rasgos muy particulares y precisos sobre el artista. Lo sigue hasta las entrañas de los condados del folklore argentino, al serrano festival de Cosquín en Córdoba. Lo ubica en esa Misiones que en cada toma nos recuerda a rojo y a verde, y a río, a Horacio Quiroga y a Alfredo Varela. Incluso se citan fragmentos de la hermosa Las aguas bajan turbias de Hugo del Carril, basada en El río oscuro de Varela. Una película mito que también ha quedado marcada a fuego en la memoria de generaciones. Porque también somos los espacios que habitamos y en el caso de Ayala, no sólo los que habita sino y sobre todo los que recrea de tal manera que logra transportar a quien lo escucha hasta el medio de la selva. Así el documental Ramón Ayala, acaso un gran documental de autor, no sólo capta la foto precisa del poeta. También establece conexiones entre memoria, cultura popular e imaginario, haciendo que el debut de Marcos López como cineasta sea por demás interesante. 

"Ramón Ayala, el Mensú, entre la Selva y el Río" de Marcos López. Documental, 63'. Formatos de Rodaje: HD, HDV. Funciones: viernes de mayo y junio a las 20 horas. Malba Cine, Malba, Av. Figuero Alcorta 3415. Entrada: $18, $35. Estreno en Espacio Incaa KM O Gaumont, 12 de junio de 2014. 

8 de mayo de 2014

CINE | "Mujeres con pelotas" de Gentile y Balanovsky | ¿Fútbol para todas?



Por Alba Ermida

Mujeres con pelotas es el registro de una lucha inconsciente, como casi todas las luchas, que significan mucho si las ves desde fuera, con la distancia social o histórica, pero que desde dentro, no supone más que la reivindicación diaria de algo que se considera legítimo.

Unas niñas que quieren jugar a la pelota con el pie. ¿Qué hay más simple y cotidiano? El concepto no es ni revolucionario. Sin embargo, citando a Ortega y Gasset, “yo soy yo y mi circunstancia”; no podemos disociar a estas chicas de la sociedad en la que viven y es ahí donde encontramos la resistencia. El problema, realmente, es el pie, porque si ellas quisiesen jugar con la mano no estarían mal vistas: ni a las jugadoras de pelota al cesto ni a las de vóley se les llama “marimacho”.

Unos padres que sienten vergüenza, unas madres que insisten en mantener los estrictos y viejos roles de género para no dar que hablar, unos amigos que se ríen, unos desconocidos que insultan... Todo en contra y ellas luchando por hacer algo con lo que disfrutan, con la convicción férrea de quien se sabe con razón y derecho.

El documental acierta en el registro de las declaraciones adversas al fútbol femenino. Acierta porque lo aleja del parcialismo que supondría exponer sólo las voces femeninas de las jugadoras y entrenadoras, y también porque evidencia los argumentos que se caen por sí solos. Cuando al periodista deportivo Gastón Recondo se le pregunta si a él le gustaría que su hija jugase al fútbol, no sabe argumentar por qué la respuesta es rotunda y categóricamente no. Y es que los prejuicios son irracionales pero se curan con el conocimiento de primera mano. Así lo cuenta la madre de una jugadora al hablar de su padre, un abuelo que no aprueba el fútbol femenino pero va a ver a su nieta jugar los fines de semana.

Tras siete años de gestación, Mujeres con pelotas viene al mundo hoy, primero en Buenos Aires, en los cines Gaumont y en las salas del Cultural San Martín, y posteriormente recorrerá Córdoba, Rosario, Santiago del Estero y Santa Cruz. Una pequeña contribución que indignará a muchos y hará pensar a unos cuantos, pues con algo tan cotidiano como exigir el derecho de usar un campo de fútbol de barrio se van conquistando igualdades.

“Mujeres con pelotas” de Ginger Gentile y Gabriel Balanovsky. Argentina, 2013. HD Color, 75’, 16:9. Funciones: Cine Gaumont, Espacio INCAA 0 km., Av. Rivadavia 1635. Del 9 al 14 de mayo 11:45 y 19:50 hs. Entradas: $8, $6, $4. Sala Cultural San Martín, Sarmiento 1551. Jueves y sábados 20 hs. hasta el 17/5. Sábados 24 y 31/5 17.30 hs.  Domingo 1º/6, 17.30 hs. Entrada: $20, $12. Córdoba, Ciudad de las Artes, 19, 20 y 21/5. La Plata, del 29/5 al 4/6, Cine Municipal Select Espacio Incaa. Santa Cruz, Cte. Piedrabuena, 16, 17 y 18/5. Rosario, Teatro Arteón Espacio Incaa, 5 y 10/6 y Santiago del Estero, Cine Teatro Renzi Espacio Incaa, 10, 11 y 12/6.

2 de mayo de 2014

CINE | "Madam Baterflai" de Carina Sama | Vivir su vida


Por Alba Ermida

Fuera dramatismos. Fuera tópicos. Fuera sensacionalismos. Cinco protagonistas que cuentan su realidad. Una realidad que se conforma a base de cinco pedazos de experiencias personales. Distintas clases sociales, distintos ambientes, distintas familias. Una sola sociedad.

Y ahí radica la originalidad de Madam Baterflai, en la diversidad (palabra que aparece en el subtítulo “La diversidad dentro de la diversidad”). Si bien todas las protagonistas pasan por el mismo proceso psicológico, no todas lo viven igual, pues todo depende de las circunstancias que las envuelven y de lo que cada una elige hacer con lo que es, es decir, cómo vivir.

El documental aborda inevitablemente la cuestión del origen. En qué momento un hombre se da cuenta de que no sólo es gay, si no que vive en un cuerpo equivocado y realmente no es hombre porque se siente mujer. Y la respuesta que dan las protagonistas es sorprendente. “Yo, desde que tengo uso de razón, quiero ser mujer. Y con uso de razón me refiero a los 5 años. Me acostaba deseando levantarme mujer”.

Más allá de la construcción de género que la sociedad nos impone desde bebés (rosa vs. azul), luego de niños (camión vs. muñeca) e incluso de jóvenes (ingenieros vs. maestras), dentro del ser humano palpita la genética. Pues en realidad es una cuestión de naturaleza. Un hombre que se siente mujer es mujer porque su genética lo dice, aunque su apariencia lo contradiga. Y ese es el argumento que debe tumbar todo prejuicio, todo insulto, toda intolerancia. Así mismo lo cuenta un padre, hombre sin estudios, que lo único que quiere es ver feliz a su hija. “El médico me dijo: ‘Su hijo es 92% mujer. Déjelo ser mujer. Hay personas así, pero la sociedad no está preparada’. Y a mí estas palabras me hicieron muy bien”.

Claro que todas pasan la etapa de duda. De hecho, cuando sueltan esa bomba en su familia lo que dicen es que son gays, que les gustan los hombres. Y eso sugiere una reflexión: la sociedad no sólo entiende la homosexualidad como una rareza, un secreto difícilmente confesable, sino que no existe la posibilidad de la disociación entre psique y cuerpo. Si tú naces con pene, eres hombre. Si naces con vagina, mujer. Así es que el proceso es largo y doblemente traumático. Primero salir del armario, luego descubrirse mujer. Por lo tanto, queda claro que el deseo sexual no lo es todo. Hay algo latente que les hace ir más allá de tener una pareja masculina. Primero prueban con la ropa, se hacen transformistas, mujeres durante unas horas. Y poco a poco descubren que su naturaleza es femenina aunque su cuerpo no se corresponda.

Entonces entra el problema del dinero. Una cuestión que el documental sabe resolver mediante los testimonios diversos de las protagonistas. Unas que se hicieron la cirugía, otras que por no tener dinero, no pudieron y aprendieron a convivir con su cuerpo masculino, trucándolo para parecer femenino. Jugar al cambio de identidad toda la vida es otra lucha que libran todos los días estas mujeres.

Si bien entre las protagonistas hay diferencias a la hora de entender la vida como travestis, hay algo en lo que coinciden rotundamente. Su preocupación son los padres, la familia. Su sufrimiento no es aceptarse a sí mismas, pues ellas tienen claro lo que son y qué quieren hacer con ello. Su sufrimiento está en el de los padres, en que las acepten, las entiendan y sobre todo, en que no pasen por empatía lo que ellas por ser diferentes. “Cuánto me debió haber querido para aceptarme. Y si no me aceptó, se sobrepuso a toda su historia y me protegió. Sin entender”, reproduce así la confesión de su tío una de las mujeres.

Y el resultado final, después de años de dudas, de luchas, de emociones encontradas y sentimientos imposibles, es la felicidad. Encontrarse a sí mismas, tener claro lo que son y que los suyos las quieran igualmente, ésa es la felicidad para estas mujeres en cuerpos de hombres.

El documental proyecta un objetivo que se acaba cumpliendo: deshacer el estereotipo de travesti entendido como hombre vestido de mujer que se prostituye. Ahora le toca al público reflexionar. Yo, por mi parte, propongo una cuestión: ¿en una sociedad idealizada donde niños y niñas fuesen tratados del mismo modo, sin manipulaciones sexistas, estas personas tendrían los mismos obstáculos para encontrarse a sí mismas?

"Madam Baterflai" se estrena hoy 2 de mayo. Calificación: + 16. Distribuye: Carina Sama. Funciones: 13:50 hs. y 21:50 hs. en Espacio Incaa KM 0 Gaumont, Rivadavia 1635 y también se estrena en el Espacio Incaa de Trelew, 9 de julio 655. 

23 de julio de 2013

CINE | "Sólo para payasos" de Lucas Martelli | En busca del acto perfecto



Por Guillermina Gandola

La historia de los payasos es una historia muy larga, comienza en las tribus, ellos eran los que sacaban el miedo a la población. En todas las culturas siempre han existido estos personajes y los hay de diferente naturaleza, con características que los distinguen. Por un lado está el Toy o payaso que es el transgresor, aquel que habla mal y que vive libre, el Clown o Cara Blanca que es el más inteligente de todos y el encargado de enseñar y transmitir los modales y luego el Maestro de pista que es la autoridad máxima de los payasos. Todas estas categorías comprenden un juego teatral que regala risas a la gente.

Sólo para payasos de Lucas Martelli es un documental donde los payasos vuelan y las cosas extraordinarias suceden, donde se presenta la búsqueda de una rutina perfecta que abarque a todos los payasos del mundo independientemente de las escuelas, las edades, las técnicas y las nacionalidades. 

Pero, más allá de la risa: ¿Es posible la realización del acto perfecto que una a todos los payasos?

En torno a este cuestionamiento se desenvuelve el film dirigido por Martelli, documentalista de payasos - y también acróbata - quien registra el encuentro más espectacular de todos los tiempos, el momento más esperado, el encuentro ancestral en el cual los payasos se unan para crear el acto perfecto. 



Pero no todo será fácil, payasos anarquistas querrán boicotear este evento por no creer en la posibilidad de un acto único realizado por varios payasos porque en definitiva el payaso es EL acto, él mismo es el acto ideal. 

A lo largo del documental hablarán personalidades destacadas del universo payasesco que expondrán sus puntos de vista sobre esta profesión de la risa. Los hay tradicionales de circo, los hay contemporáneos, anarquistas, mimos que odian a los clowns, clowns que odian a los mimos, pero, más allá de cualquier diferencia todos están atravesados por algo en común que es, en definitiva, la esencia de su existencia: ellos se ríen de la humanidad (y de ellos mismos) con el objetivo principal de romper con los manicomios que cada uno tiene en su cabeza y transformar la miseria en poesía.

El 25 de julio se estrena "Sólo para payasos" de Lucas Martelli en el Cine Gaumont. El día del estreno, a las 20. 30 habrá más de 200 payasos invitados todavía en busca del acto perfecto. Funciones: Cine Gaumont, Sala 3, a las 13.20 y 21.20.