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18 de diciembre de 2015

THE END | El final del blog y las más leídas 2011-2015


Parece ser una ley natural. Todo termina. Ruleta China en versión blog también.

El proyecto tuvo hasta ahora dos etapas. Comenzó a fines de 2007 en el dominio www.ruletachina.com donde publicamos hasta el 2010, veintiséis números de una revista cultural mensual que intentó ser contra-agenda. Además, un libro que compila algunas de las entrevistas que les hicimos a grandes artistas - como Jodorowsky, Reygadas, Monti, Spregelburd, Dumont, Wallraff, Suzuki y Solondz, entre otros- editado por Doble Z anda por ahí como prueba.
En la primavera de 2011 - más que nada porque queríamos volver a mirar y a pensar el teatro - lanzamos el blog de reseñas, y más tarde, sumamos entrevistas. 

Ruleta China, el blog se termina sí, pero Ruleta China no. Nunca.  

Gracias por leernos y no dejen de seguirnos en Facebook que descansar, no descansamos nunca, por la cultura,‬ que lo atraviesa todo, tal como lo dijeron nuestros amigos de Birmingham.


Las más leídas de la etapa blog 2011-2015 fueron:

1. TEATRO | "El balcón" dirigida por Daniel Godoy | Santificada sea tu imagen
12 /07/ 2013 - Por Natalia Maya

2. ENTREVISTA | Humberto Bas | El hombre que empezó a escribir muy tarde
7 / 03 / 2013 - Por Mauricio Bertuzzi


3. TEATRO | "Los Opas (otro drama burgués)" de Daniel Dalmaroni | Chau, mamá
18 /04 /2012 - Por Sandra Ferreyra
 

4. LIBROS | "Cámara Gesell" de Guillermo Saccomanno | El hombre, lobo del hombre
25 /01 / 2013 - Por Sylvia Nadalin
 

 5. TEATRO | "Amar" de Alejandro Catalán | Soledad para seis
4 /06 / 2012- Por Eugenia Guevara

6. TEATRO | "Los días felices" dirigida por Lamberto Arévalo | Con la tierra al cuello
5 /06 / 2013 - Por Lía Noguera

7. TEATRO | "Las Prodigio" de Juan Gabriel Miño | Dos chicas complejas
4 /09 / 2013 - Por Gonzalo Marina

8.  TEATRO | "Todo lo demás no importa" de Andy Chacón Álvarez | Una delicia sonora
16 /08 / 2013 - Por Cecilia Perna


9.  CINE | "Un método peligroso" de David Cronenberg | Psiquis perturbadas

3 /03/ 2012 - Por Leonardo Maldonado


10. TEATRO | "Hernanito" de Alejandro Acobino | Cumbia evangelista, y de la buena
22 /05 / 2012 - Por Ximena Zabala


17 de abril de 2015

TEATRO | "Al Mundo" dirigida por Natalia Casielles | Los de la mesa familiar (y un soldado que vuelve de la guerra)


Por Gonzalo Marina


Esta reseña de Al mundo de Joël Pommerat podría comenzar haciendo referencia al conflicto que atraviesa a una familia, la música (grabada y en vivo), los videos, la oscuridad, la decisión de un personaje, una chica que sólo habla francés, el amplio rango de las actuaciones o una mesa. Es que la obra del dramaturgo francés dirigida por Natalia Casielles es todo lo anterior pero también, sus partes por separado.  

¿Hay alguna trama o moraleja en Al mundo? Sobre el final, el personaje del padre mira al público y dice que tal vez nada de la obra tenga sentido. Pero no le creemos. Hay un argumento, un mensaje. El padre anuncia que uno de los hijos está por volver de la guerra. Crece la expectativa hasta el punto en que dudamos si el regreso va a suceder. Finalmente llega el esperado uniformado para encarar una nueva misión: debe decidir si acepta o no, hacerse cargo de los negocios familiares, una decisión que afectará a miles de personas alrededor del mundo. Y todo en torno a una mesa.

Por sobre esta breve historia encontramos algo sumamente valioso, las actuaciones y la puesta escénica. Ambos elementos se imponen, buscan generar un fuerte impacto en el espectador. Vemos escenas conmovedoras, hasta divertidas, pero que luego se tornan sombrías o crueles. Al ritmo de la cumbia bailan, cantan acompañados por una guitarra, y golpean objetos entre gritos. 

Es notorio el trabajo de las (maliciosas) hermanas, Valeria Giorcelli, Gabriela Irueta y la ¿media hermana? Sol Tester. La gran alternancia en los tonos de la obra depende de ellas. Facundo Livio Mejías transmite una enorme potencia, ni hablar de Camila Peralta, quien parece ordenar todo el texto. Mientras que Juan Gabriel Miño (en reemplazo de Brian Sichel) y Alfredo Staffolani lucen ajenos a ese extraño carrusel porque su andar es melancólico al borde del más sutil humor.

Podríamos relacionar Al mundo con otra pieza francesa, Sallinger, de Bernard-Marie Koltès, por el gran despliegue escénico. Pero luego vemos en otras obras de Pommerat líneas argumentales muy tradicionales, como Le Petit Chaperon rouge (Caperucita Roja). Un contraste más que interesante.

Las propuestas escénicas de Pommerat se caracterizan por la frialdad y la solemnidad. Habiendo formado parte del Festival Internacional de Dramaturgia, la visión de Casielles conserva cierta distancia pero alivia el tono con una gran variedad de colores, videos y música. Es difícil contradecir a un personaje, pero estamos convencidos de que la obra tiene un sentido y uno bastante rico más allá de la palabra.

"Al mundo" de Joël Pommerat. Dirección: Natalia Carmen Casielles. Traducción: Jorge Dubatti, Marta Taborda. Con Valeria Giorcelli, Gabriela Irueta, Facundo Livio Mejías, Camila Peralta, Brian Sichel, Alfredo Staffolani, Sol Tester. Diseño de escenografía: Cecilia Zuvialde. Diseño de luces: Magalí Acha. Diseño sonoro: Franco Calluso. Visuales: Ailin Formia, Valentin Piñeyro. Asistencia de dirección: Silvina Bernabé, Milena Montaner. Producción ejecutiva: Silvina Bernabé. Coreografía: Ailin Formia. Viernes 22.45 hs. La Carpintería, Jean Jaurés 858. Entrada: $100, $80. Hasta el 29 de mayo.

7 de abril de 2015

LIBROS | "Textos reunidos" de Santiago Loza | Toda una voz



Por Gonzalo Marina

Encontrar una voz. Esa es la búsqueda de cualquier lector y escritor frente a toda obra. Con esta idea, a veces elijo un libro en blanco y aguardo la sorpresa. Pero en general, antes, consulto reseñas, guardo comentarios o, como en el caso de Textos reunidos de Santiago Loza, leo otros escritos del autor. Conforme pasaba las hojas del tomo comenzaron a aglutinarse los temas, imágenes y metáforas que tenía dispersos sobre la producción del dramaturgo. Las palabras cobraron identidad, encontré una voz.

Textos reunidos incluye varias piezas de Loza que fueron llevadas a escena en los últimos años: Asco (2010), La vida terrenal (2010), Pudor en animales de invierno (2011), Matar cansa (2011), He nacido para verte sonreír (2010), Todo verde (2012), La mujer puerca (2012), El mal de la montaña (2012), Mau Mau o la tercera parte de la noche (2013), El corazón del mundo y Tu parte maldita (2013).

Los libros con obras de teatro suelen intimidar. La lectura es entrecortada y por momentos cuesta representarse la acción sólo con los diálogos. Pero en el caso de las piezas de este libro hay un relato íntimo donde las imágenes se encadenan sin esfuerzo. Otra particularidad es que no hay ninguna indicación sobre la puesta en escena (el  teatro donde se montó o los actores). Además, hay una entrevista al autor y varios testimonios de sus colegas.

Uno de los rasgos más notables de la obra de Loza es la concepción de sus personajes. De la boca de los individuos más comunes, el autor logra construir un discurso atrapante. Lo vemos particularmente en Asco, donde un portero habla con un vecino insomne del deseo que siente hacia una mujer del edificio, además de sus problemas de todos los días, como las hormigas: “a veces creo que es la misma repetida. Una hormiga es una y su infinita repetición”.

A través de sus reflexiones, sobre el amor o la soledad, conocemos el mundo de estos seres invisibles. “Debe ser bravo no sentir a nadie cerca cuando se duerme. Debe ser como flotar en el mar, de noche, y no tener de dónde agarrarse y saber que la orilla está muy lejos”, cree el portero. La indagación sobre la soledad, el cuerpo, la noche, conforman esta rica poética, a la que no podemos dejar de incluir la temática religiosa, eje de la emblemática La mujer puerca.

También destacamos la construcción del presente a partir del pasado, como las impresiones de la infancia en La vida terrenal, o Mau Mau… donde se repasa la historia argentina y entendemos que “el olvido permanente da menos pena que la gloria pasada”.

Las relaciones filiales son cruciales como en He nacido para verte sonreír o Pudor en animales de invierno donde un padre visita a su hijo recién mudado a la ciudad, que vive con una mujer en la heladera. “Es que para vos siempre tuve este cuerpo y no es así, los padres ven crecer a los hijos pero los hijos no ven crecer a los padres”, recapacita el hijo.

De todas las obras se destaca Matar cansa. Repleta de imágenes potentes, el discurso del admirador de un asesino es sencillamente magnético. Mientras las víctimas se suceden, sorprende el perfecto entramado de piedad y crueldad:

"Todos matan.
Me pasé la infancia descuartizando insectos.
Nada me gustaba tanto.
O las niñas, hasta la más dulce muerde su muñeca, le arranca el pelo, la cabeza, las piernas.
Así que matar, hasta los niños matan".

Entre otras referencias, hay algo de las novelas de Manuel Puig o los personajes de Tennessee Williams en la escritura de Loza. Es una mirada sobre la intimidad de la mujer, que no esconde su lado más sombrío. Se cuidan los detalles, las impresiones del cuerpo. Porque en Textos reunidos hay una enorme variedad de miradas. Algunas son de ternura, o de admiración; otras, posiblemente de miedo, y muchas de amor.

"Textos reunidos" de Santiago Loza. Editorial Biblos, 2014. 274 pág.

17 de septiembre de 2014

TEATRO | "Rodolfo, Beatriz y Fantasma Unicornio" de Eugenia Pérez Tomas | No toda la gente errante está perdida


Por Gonzalo Marina
Foto: Luisina Jacinto

Cuesta encontrarnos, hacer nuestro camino o saber si una pareja es la indicada. A veces puede volverse más complejo si nos cruzamos con un Fantasma Unicornio. En Rodolfo, Beatriz y Fantasma Unicornio, Eugenia Pérez Tomas nos presenta una obra fantástica sobre el descubrimiento y la verdad detrás de las apariencias porque, como escribió Tolkien, no toda la gente errante anda perdida.

De blanco, Fantasma Unicornio nos cuenta de manera pausada la historia de los peces alados, los hombres antiguos y su unión. Una transformación se avecina, Beatriz y Rodolfo viajan en tren. Él come, ordena en silencio mientras ella habla. Y habla. El tren se detiene y deciden bajar. Él prefiere no alejarse; ella quiere ver la luna. Caminan solos por el bosque sin señal de celular. Beatriz es aventurera, desestructurada, pero se siente desprotegida. En sus sueños se le caen los dientes o intenta subirse a un toro para mecerse entre las ramas. Pero algo pasa y no logra trepar. Rodolfo tiene un plan aunque no sabe cómo mantener interesada a Beatriz, se queja de que ella le escribe mails estando al lado. Cuando pierden el tren, Fantasma Unicornio los interpela, ellos apenas lo ven. Pronto uno de los dos será un fantasma. ¿O ambos?

La autora de Las casas íntimas concibe un texto profundo y rico en imágenes. Por momentos los diálogos parecen encerrados en laberintos hasta que asoma una entrañable metáfora, como los personajes que dicen tener el uniforme de la angustia. Es que sobrevuela la melancolía de un problema humano: el estar detenidos en la vida. Así también se preguntan qué se hace con todo lo que no se puede hacer.

Además de unas mochilas, en el escenario se destaca un tren de juguete. La música original, entre misteriosa y movida, de Carminha Villaverde acompaña las coreografías de los personajes. Pero da la impresión de que se busca hacer hincapié en la palabra y los actores.

Rocío Stellato y Cristian Jensen logran un trabajo directo, diferenciando y acercando al público sus conflictos. Natalia Carmen Casielles, ya desde la caracterización, consigue esquivar cualquier referencia terrenal mediante una postura, los gestos y la inflexión de la voz bien conseguidos.

En el mismo poema Tolkien aclara que la escarcha no llega a las raíces profundas. Las soluciones quizá lleven su tiempo y trabajo, pero están, se encuentran. Rodolfo, Beatriz y Fantasma Unicornio no pretende mostrar una respuesta ni un camino. Le alcanza al espectador todos los recursos para que se conmueva. Especialmente unos seres para identificarnos y a un fantasma para que nos guíe. 

“Rodolfo, Beatriz y Fantasma Unicornio” de Eugenia Pérez Thomas. Actúan: Cristián Jensen, Rocio Stellato, Natalia Carmen Casielles. Música original: Carminha Villaverde/ Trompet session: Alfredo Gayid. Vestuario y caracterización: Julia Kovadloff. Realización de objetos: Eva Ritcher. Luces: Rocío Caliri. Asesoramiento coreográfico: Katie Trigg. Asistencia de dirección: Bela Carabajal. Viernes 21 hs. Abasto Social Club, Yatay 666. Entrada: $100.

25 de abril de 2014

TEATRO | "La prueba de lo contrario" dirigida por Melina Marcow | Una historia ni lineal ni sencilla


Por Gonzalo Marina 

Entran, discuten, amenazan, se victimizan, salen los personajes de casas hechas con varillas que giran por el escenario, todo alrededor del sujeto. A partir del estupendo texto de Olivier Chiacchiari, Melina Marcow dirige La prueba de lo contrario, una historia de muchas historias que se enriquece con esta puesta en escena.

Una jornada habitual en un pueblo apacible a las 20:00. El sujeto, sin problemas, sufre el asedio de unos enmascarados que le preguntan a punta de pistola dónde está Téo. El sujeto no sabe el paradero de su amigo, lo que agita la situación. Pero en lugar de continuar con este relato, el narrador nos lleva al otro extremo del pueblo, de nuevo a las 20:00. Allí, los habitantes planean enfrentarse al grupo armado. La situación vuelve a sacudirse cuando el sujeto duda y los otros lo acusan de traidor. Nuevamente el narrador nos muestra otra parte del pueblo, el centro, donde el sujeto resiste los planteos de los vecinos. ¿Téo violó a la hija del farmacéutico o ella lo sedujo? ¿Hubo testimonios falsos? ¿Se puede matar por caridad? ¿Quién extorsiona a quién? Diferentes hipótesis sobre un hecho, todas a las 20:00.

Si dijimos que Chiacchiari escribió una obra estimable fue porque lleva al extremo algunos rasgos propios de la modernidad, como la superposición de sentidos, el juego con los géneros, la poca objetividad del discurso (y del sujeto que enuncia). Ideas plasmadas en una narración interesante. Pero también es rico porque brinda un sinfín de posibilidades escénicas, originalmente explotadas en este caso.

La escenografía de Julieta Potenze presenta los diferentes espacios con tres cubos, la esencia de una casa. El acierto está en su movilidad, análoga a los cambios de una historia con múltiples vaivenes. También ayuda a recrear los cambios en el tiempo, algo muy difícil de lograr en teatro. Las máscaras y el vestuario también nos alejan de la realidad, de una verdad tan esquiva como la que muestra un drama.

Aunque predomina un tono angustiante, la obra cuenta con mucho humor. Se ve un gran manejo de los actores para hacer de un pasaje algo íntimo o divertido, más allá de cualquier factor sorpresa. Alternan la seriedad del argumento con el juego en el que están insertos.

Por sobre de todas estas características hay un planteo interesante sobre lo que es la amistad y el valor de la palabra. Dice un personaje, más vale una duda desagradable que una verdad espantosa. Como pocas veces uno toma conciencia de que ninguna historia, al igual que la realidad, es lineal ni sencilla.

"La prueba de lo contrario de Olivier Chiacchiari. Dirección: Melina Marcow. Con Marcos Ferrante, Eduardo Iacono, Natalia Olabe, Javier Pedersoli, Fernanda Pérez Bodria, Martín Speroni. Vestuario: Aldana Della Salla, Juan García. Escenografía: Julieta Potenze. Diseño de luces: Rocío Caliri. Asistencia de escenografía: Tomás Fage. Jueves 21 hs. El Camarín de las musas, Mario Bravo 960. Entrada: $100, $70.

11 de marzo de 2014

CINE | "Her" de Spike Jonze | Una suave historia de amor



Por Gonzalo Marina

Contamos los días para comprar un celular, nos desvivimos por una selfie, amamos/odiamos a un pajarito que le cuesta volar. Ya no es una novedad tener ciertas emociones por la tecnología, hoy más bien sorprende si compartimos algo con alguien por algún tiempo. De estas y otras relaciones se trata Her, una suave historia de amor en un futuro demasiado cercano.  

Theodore Twombly es un hábil escritor de cartas por encargo. Sabe cuáles son las palabras justas de un hombre enamorado o de una abuela a su nieto. El tiempo lo divide entre juegos de rol, el sexo por teléfono y recordar a su ex esposa. Afuera, el mundo no está devastado por robots asesinos ni se vive la paranoia de un Estado opresor. Todo es tibio, fluye sin compromisos. Para amortiguar su soledad, Theodore compra un nuevo Sistema Operativo capaz de desarrollar mayor conciencia en el tiempo. Con un audífono y una pequeña tableta pasan de ordenar mails a confesar sus intimidades. De a poco, como un buen amor, descubren hasta dónde puede llegar una relación. 

Antes de seguir, una advertencia: si no les entusiasma Joaquin Phoenix mejor elijan otra película. Su trabajo es conmovedor, pero la mayoría de los planos se enfocan en la fragilidad de cada expresión. Es que, lejos del gran histrionismo, el actor es pura sensibilidad y contradicción, en soledad.

Lo más rico del film está en los diálogos entre Phoenix y el S.O. (con la voz de Scarlett Johansson que nada tiene que ver con la Siri del Iphone), por momentos cargados de humor irónico, aunque en el fondo todo es un planteo vital. Hay contrastes sutiles, como el hombre que teme no sentir nuevas emociones y el objeto que se convierte en algo más de aquello para lo que fue programado. La experiencia del amor y un cierto estilo indie recuerdan a la película 500 días con ella.

Spike Jonze ya había demostrado en ¿Quieres ser John Malkovich? y El ladrón de orquídeas lo original que puede ser un director. En este caso además escribe una proyección de nuestra sociedad, sin críticas, algo fundamental para no limitar su relato. Por momentos conocemos más del pasado de Theodore gracias a flashbacks desperdigados. La música de Arcade Fire sólo acompaña algunos pasajes circunstanciales pero emotivos.

Como en una novela de Michel Houellebecq, donde la ciencia ficción se cruza con el drama humano, quedan los cuestionamientos. ¿Qué es real? ¿El pasado es una historia que nos contamos? ¿Compartimos con un objeto más cosas que con una persona? Porque si sorprende tener tanto afecto por una máquina, sólo quedan las preguntas. 

"Her" de Spike Jonze (Estados Unidos, 2013, 126'). Se estrena en la Argentina el 13 de marzo.

3 de octubre de 2013

LIBROS | "No te rías si me muero" de Fernando López | Entre pollos y el Cara e' poio


“Aunque es obvio que la literatura negra conserva enigma, ya no es su presencia lo que la define sino la ambientación que se describe, la causalidad, las motivaciones de los personajes y sobre todo el lenguaje, que es violento, duro, machista y despiadado.”

Mempo Giardinelli


Por Gonzalo Marina

La literatura argentina ha contribuido al desarrollo de diversos géneros, entre los que se destaca el policial. Desfilan nombres y obras importantes de todo tipo. El cordobés Fernando López hace su aporte con No te rías si me muero, tercer tomo de la saga Philip Lecoq, detective. Con mucho dinamismo y una mirada certera sobre la realidad, López enriquece la tradición en el país.

Luego de algunas investigaciones exitosas, Philip y su novia, la Yési, se mudan a un barrio donde su trabajo puede estar mejor remunerado. Pero los ingresos escasean. La pareja termina aceptando la ayuda del tío Emilio. Su propuesta consiste en ir de Córdoba a Cruz del Eje para cuidar unos pollos a punto de morir. Mientras realizan la dura tarea, uno de los compañeros de Emilio teme que se lo acuse del brutal asesinato de unos ancianos. Philip toma el caso sin saber que un fuerte competidor, Darío Ruiz, intentará detenerlo a toda costa. Con la ayuda del abogado CQ, Philip investigará la forma de defender al enfermizo Cara e´ poio.

El relato se sostiene, como en otros policiales, por la figura del detective. Fiel representante del género negro, Philip conoce los códigos de la calle, es astuto y sobre todo posee tenacidad. Aunque también el sistema lo intenta oprimir constantemente. Sus clientes no le pagan o los policías buscan sobornarlo. Pero lo más interesante es su humanidad. Lejos de ser perfecto, se siente atraído por otras mujeres, como la Lore, e incluso, por la posibilidad de volver a robar.

Al igual que otros policiales negros, López describe ambientes marginales, cargados de delincuencia y prostitución. Como dice Mempo Giardinelli: “Casi no hay novela policial latinoamericana que no aborde aunque sea tangencialmente las formas propias de racismo, violencia y desesperanza.” Aparecen personajes grotescos, como el Tolo, alcohólico, reincidente, al que “le faltaban todos los dientes y tenía una enorme dificultad para manejar sus postizos.”

Otro acierto de la novela es la descripción de contrastes. El primero y más emotivo sucede cuando los ex convictos de Esperanza sin muros se emocionan al salvar a los pollitos. También el hecho de que el mismo Philip se junte con criminales. En aquella comunidad las mujeres deben trabajar como empleadas domésticas, pero reciben la caridad de los doctores para evitar la desnutrición infantil.

El humor se mezcla con la dureza. Se ve en las ‘discusiones’ entre el detective y el escritor, lo coloquial del discurso (que contrasta con el lenguaje jurídico), o las mujeres que distraen a Philip. Todo esto no quita que sea una profesión peligrosa, “no lo era sólo por los delincuentes, sino también por los policías, los abogados y aunque es difícil de creer, por algunos funcionarios de la justicia.” Una enseñanza que acepta Philip en No te rías si me muero, tras las aventuras Falsa rubia con tacones y Animales de la noche. Veremos qué le sucede a nuestro detective bajo la gran narración de Fernando López.

Editado por Raíz de dos. Mayo de 2013, 96 páginas.


4 de septiembre de 2013

TEATRO | "Las Prodigio" de Juan Gabriel Miño | Dos chicas complejas



Por Gonzalo Marina

A veces nos llevamos una sorpresa cuando comparamos la obra de arte con su idea original. El germen de Las Prodigio, dos personas que acaban de mudarse y no llegan a pasar una noche juntas,  puede asombrarnos luego de haber visto el resultado en escena. Es que la compleja identidad de los personajes creados por Juan Gabriel Miño parece escapar del propio creador.

Julia y Paula están terminando de mudarse a un departamento. El lugar es un desorden de cajas, cositas y un sillón inflable. Ambas se conocen del profesorado; aunque en realidad ya se habían cruzado cuando eran niñas, en el concurso televisivo "Singerland o Tierra de Cantantes". Mientras acomodan el lugar, notamos que Paula es claustrofóbica, asmática, verborrágica y sobre todo, que esconde un gran rencor hacia su compañera. Con la excusa de una pérdida de gas, Paula llama a su padre, pero le dice que se haga pasar por su hermano Benjamín. Con un marcado estilo rockero, él llega con un piano. Julia queda desconcertada cuando los otros dos intentan recrear el concurso infantil y quieren competir. Comprendemos que Paula había sido derrotada por Julia, quien podía alcanzar el falsete como los prodigio (o tal vez era simplemente buena). De todas formas, a ninguna le es tan fácil despegarse del pasado.

La obra está marcada por diálogos rápidos, la acción frenética y el desconcierto. Por ejemplo, a Paula le gustaría conocer la capa de ozono, asegura que había visto a Julia en otras vidas y quiere saber cuándo se hizo señorita. Hay una preocupación por las definiciones del malambo (que imita el galope del caballo), lo "acustizado" y los sacrificios griegos. Y al igual que en una tragedia griega, la acción sucede en un lugar y en tiempo real, volviendo todo más vertiginoso.

Los personajes cargan con muchas ambigüedades (en el programa Paula era Lenny; Julia, Jules) que los actores llevan adelante increíblemente. Ana Carabajal y Flor Braier transmiten a la perfección a estos seres estructurados, complejos, delicados. Las escenas en las que cantan, a veces en portugués y otras en italiano, son imborrables. Marcelo Pozzi logra componer a un hermano-padre lleno de conflictos, como hacer de mujer en los bailes de folklore.

Hay muchos recursos escénicos valiosos. Sonidos tétricos por momentos, que representan el drama interno, música ochentosa acompañada de luces espectaculares, u objetos con una fuerte carga simbólica, como cassettes. La aparición de cada elemento, de cada giro en la trama sorprende al espectador. Las capas de sentido en Las Prodigio se acumulan con el pasar de la obra, y nos van llenando de una experiencia intensa.

"Las Prodigio" de Juan Gabriel Miño. Actúan: Flor Braier, Ana Carabajal, Marcelo Pozzi. Vestuario: Renata Barés. Iluminación: Francisco Hindryckx. Diseño de espacio: Marilú Carbó, Juan Gabriel Miño. Diseño sonoro: Franco Calluso. Música: Flor Braier, Franco Calluso.  Entrenamiento vocal: Julia Morgado. Asistencia de dirección: Lucía Asurey. Co-asistencia: Fernando Contigiani Garcia. Coreografía: Martín Piliponsky. Sábados, 20 horas. El excéntrico de la 18, Lerma 420. Entradas: $60, $40.


24 de junio de 2013

TEATRO | "Niña con cara de jirafa" de Natalia C. Casielles | El jardín de las Alicias

Y construí tu rostro.
Con adivinaciones del amor, construía tu rostro
en los lejanos patios de la infancia.

Juan Gelman

Por Gonzalo Marina

Pasamos demasiado tiempo siendo adultos. Otras vivencias, como las de la infancia, quedan eclipsadas por formalidades y rutinas. De vez en cuando echamos luz sobre esos momentos mediante fotos, anécdotas, juguetes polvorientos o la historia de Alicia en el país de las maravillas. Las vivencias de Lewis Carroll con diferentes niñas fueron el origen del relato e inspiración de la mágica Niña con cara de jirafa. La obra de Natalia Carmen Casielles demuestra que algunas fantasías pueden teñirse de dolor.

Mientras cruzamos por debajo de unos banderines de colores para llegar a nuestros asientos, escuchamos un reloj y varias campanas. Tras un largo apagón aparece sólo ella, la niña, con una cajita musical para relatarnos su historia con él. Un amigo de su padre, Charles, que le narra cuentos y saca fotos. Pero no sólo a ella, también a otras niñas de azúcar. Incluso su boca le dolía por dar muchos besos, especialmente a Alicia. La protagonista teme que él no la quiera cuando sea mayor; incluso duda de su identidad: si es una muñeca (aunque puede hablar), si juegan con ella o tal vez escucha los relatos de Alicia, que es real, pero ella tal vez no. Todo lo padece en una edad en la que se escucha sin saber entender.

Si bien la obra se estructura en un monólogo, sería más preciso decir que hay dos protagonistas en escena. Por un lado, gracias al magnífico trabajo de la actriz Sol Tester podemos vislumbrar a ese interlocutor ausente. Lo vemos tanto en su corporalidad como en el ejercicio de la voz. Pero sobre todo nos transmite emociones, cada alegría y cada rechazo es palpable. Por otro lado está el enorme baúl. Entre sus compartimentos hay escondites, escaleras, instrumentos musicales, luces de colores, latas-megáfonos, libros, etc. Tester maneja a la perfección un mueble lleno de sorpresas como el mismo Charles Lutwidge Dodgson, alias de Lewis Carroll.

La obra incluye varias de sus facetas. Un diácono caracterizado por la ambigüedad, rasgo opuesto a la estructura victoriana. A las hijas de sus colegas les sacaba fotos, paseaban en barco, las deslumbraba con tesoros, como las cajas de música, hasta que alcanzaban la adolescencia. ¿Se puede apreciar la pieza sin conocer estos datos biográficos? Por supuesto. El espectáculo es inmensamente rico en recursos y creatividad. Los objetos tienen un papel central. Los libros que la actriz se tira encima la llenan de hojas y brillantina. Baila con una muñeca de luz. En un pasaje increíble tira piedras que al caer suavemente parecen lágrimas, pero luego las estrella con rencor. Por momentos se proyectan sombras enormes o colores penetrantes.

El mundo del escritor inglés también fue recreado por Javier Daulte con una visión absurda en Martha Stutz. La película Descubriendo el país de nunca jamás aborda otro universo literario pero con lazos similares entre niños y adultos. El título Niña con cara de jirafa remarca lo difícil que es el vínculo entre esas dos etapas. La niña pone cara larga de jirafa, una tristeza escondida tras una bella imagen.

“Niña con cara de jirafa” de Natalia Carmen Casielles. Actúa: Sol Tester. Diseño de vestuario: Gustavo Alderete. Diseño de escenografía: Marilú Carbó. Diseño de luces: Javier Casielles. Diseño sonoro: Pedro Donnerstag.  Asistencia de escenografía: Rodrigo Pascual. Asistencia de dirección: Sol Pittau. Producción: El Color De Las Jirafas. Sábados, 21 hs. Abasto Social Club, Yatay 666. Entrada: $60, $45.