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3 de octubre de 2013

LIBROS | "No te rías si me muero" de Fernando López | Entre pollos y el Cara e' poio


“Aunque es obvio que la literatura negra conserva enigma, ya no es su presencia lo que la define sino la ambientación que se describe, la causalidad, las motivaciones de los personajes y sobre todo el lenguaje, que es violento, duro, machista y despiadado.”

Mempo Giardinelli


Por Gonzalo Marina

La literatura argentina ha contribuido al desarrollo de diversos géneros, entre los que se destaca el policial. Desfilan nombres y obras importantes de todo tipo. El cordobés Fernando López hace su aporte con No te rías si me muero, tercer tomo de la saga Philip Lecoq, detective. Con mucho dinamismo y una mirada certera sobre la realidad, López enriquece la tradición en el país.

Luego de algunas investigaciones exitosas, Philip y su novia, la Yési, se mudan a un barrio donde su trabajo puede estar mejor remunerado. Pero los ingresos escasean. La pareja termina aceptando la ayuda del tío Emilio. Su propuesta consiste en ir de Córdoba a Cruz del Eje para cuidar unos pollos a punto de morir. Mientras realizan la dura tarea, uno de los compañeros de Emilio teme que se lo acuse del brutal asesinato de unos ancianos. Philip toma el caso sin saber que un fuerte competidor, Darío Ruiz, intentará detenerlo a toda costa. Con la ayuda del abogado CQ, Philip investigará la forma de defender al enfermizo Cara e´ poio.

El relato se sostiene, como en otros policiales, por la figura del detective. Fiel representante del género negro, Philip conoce los códigos de la calle, es astuto y sobre todo posee tenacidad. Aunque también el sistema lo intenta oprimir constantemente. Sus clientes no le pagan o los policías buscan sobornarlo. Pero lo más interesante es su humanidad. Lejos de ser perfecto, se siente atraído por otras mujeres, como la Lore, e incluso, por la posibilidad de volver a robar.

Al igual que otros policiales negros, López describe ambientes marginales, cargados de delincuencia y prostitución. Como dice Mempo Giardinelli: “Casi no hay novela policial latinoamericana que no aborde aunque sea tangencialmente las formas propias de racismo, violencia y desesperanza.” Aparecen personajes grotescos, como el Tolo, alcohólico, reincidente, al que “le faltaban todos los dientes y tenía una enorme dificultad para manejar sus postizos.”

Otro acierto de la novela es la descripción de contrastes. El primero y más emotivo sucede cuando los ex convictos de Esperanza sin muros se emocionan al salvar a los pollitos. También el hecho de que el mismo Philip se junte con criminales. En aquella comunidad las mujeres deben trabajar como empleadas domésticas, pero reciben la caridad de los doctores para evitar la desnutrición infantil.

El humor se mezcla con la dureza. Se ve en las ‘discusiones’ entre el detective y el escritor, lo coloquial del discurso (que contrasta con el lenguaje jurídico), o las mujeres que distraen a Philip. Todo esto no quita que sea una profesión peligrosa, “no lo era sólo por los delincuentes, sino también por los policías, los abogados y aunque es difícil de creer, por algunos funcionarios de la justicia.” Una enseñanza que acepta Philip en No te rías si me muero, tras las aventuras Falsa rubia con tacones y Animales de la noche. Veremos qué le sucede a nuestro detective bajo la gran narración de Fernando López.

Editado por Raíz de dos. Mayo de 2013, 96 páginas.