22 de mayo de 2014

TEATRO | "Esquina Peligrosa" dirigida por Hugo Álvarez | Chismosos de Londres

Por Florencia Fangi Boggia

Charla va, charla viene, comentarios ácidos aunque políticamente correctos reinan en el comienzo de Esquina peligrosa. Estamos en una aristocrática sala londinense de 1930, las paredes del Corrientes Azul han sido revestidas con una pintura mural que nos hace viajar en el espacio- tiempo. En el nivel principal unos cuantos elementos conforman la escenografía de una casa de familia: una alfombra, una mesa de té, algunas sillas y hasta una radio. A la derecha, una escalera conduce a un primer piso donde funciona la biblioteca.

Es una noche más de reunión, una fiesta más de las que se organiza cada semana para aliviar la rutina del trabajo y contarse los chismes de último momento. La historia en sí es un tanto pochoclera y hasta dan ganas de contarla como lo hacía mi abuela: 

Resulta que el tipo se mató porque se había endeudado. Pero Olivia, la que usa pantalones, ¿¡viste qué raro!? ¡Una mujer con pantalones! Claro, porque la chica es re trabajadora y aunque es re femenina tiene eso de independencia de la mujer que se ganó en la guerra... Bueno, resulta que esa chica es un pan de Dios, pero el alto ese de traje, el Stanton, está enamorado de ella pero se acuesta con la mujer del socio. ¡Tan preciosa chica! ¡Aparte cómo baila! Con su vestidito y su sombrerito charleston, un sueño. Pero ¡cómo no lo va a engañar!, si el marido resulta que es homosexual y estaba enamorado del muerto. Y después está el hermano del difunto casado con Fedra, que es la que tiene todo el arreglo de joyas de strass. Y ella, pobrecita, sufre como una condenada porque sabe que la amiga que es la empleada está enamorada de su marido que a su vez está obnubilado con la que se acuesta con el socio. ¡Cómo le da al whisky esa gurisa!

Una trama complicada, un policial que utiliza el sentido del humor para denunciar la falsedad de la sociedad y el porqué a veces conviene mantener las apariencias. Quizá descubrir la verdad cueste hasta la vida. Porque revelar la verdad es tomar la esquina peligrosa en una sociedad manejada por un Ford A, sin frenos ni dirección hidráulica.  

Hugo Álvarez, el director, exacerba el toque novelesco que tiene el texto en sí, haciendo referencia a la televisión y la radionovela: por un lado, los personajes antes de entrar a escena hacen una especie de coreografía de presentación donde muestran un poquito de sus características más fuertes: la desidia de Stanton, la soberbia de Fedra, un neurótico dueño de casa con síndrome de Napoleón. Por otro, hay juegos de luces que mudan estratégicamente la acción de la vista al oído, y allí todo depende de nuestro cerebro. La obra devela la hipocresía de la sociedad, y la puesta agrega un toque brechtiano al sumar baile y canto al texto original de Priestley.

“Esquina peligrosa” de J. B. Priestley. Versión y Dirección: Hugo Álvarez. Con Fernando Alvarez, Leo Bartolotta, Gustavo Bonfigli, Marcela Haimovichi, Piren Larrieu, María Paula Neme, Nonnel Nohj. Cantantes: Flavia Vitale. Voz en Off: Carlos Romero Franco, Santiago Villafañe. Diseño y realización de vestuario: Catalina Ávila. Diseño de escenografía y luces: Agnese Lopuzone. Realización escenográfica: Miguel Yanson. Música original: Julio Scalise. Letras de canciones: Hugo Alvarez. Operación de luces: Juan Molano Rincón. Operación de sonido: Oscar Villegas. Asistencia de escenografía: Daniela Chihuailaf, Valentina Remenik. Asistencia de dirección: Leo Bartolotta, Circe Lezcano Gonzáles, Oscar Villegas. Producción: Grupo Mascarazul. Coreografía: Karina Kogan. Teatro Corrientes Azul, Avda. Corrientes 5965. Funciones: viernes y sábados 21 hs.Entradas: $90, $50.  

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