Por Florencia Fangi Boggia
Se apagan las luces y nos transportamos al sótano de una Buenos Aires antigua. A cargo de Alfredo Martín y el grupo Hipocampo, comienza a tejerse allí Todo disfraz repugna a quien lo lleva.
Basadas en cuentos de Silvina Ocampo, siete historias se amalgaman sin perder profundidad. Siete mujeres de distintas edades, orígenes, estratos sociales e intereses convergen en una trama que las engloba. Esa noche, cuando la casa está a punto de demolerse, es la indicada para ellas: es el momento perfecto para hablar porque todas tienen algo que contar y mucho por ocultar. Una joven casada con un hombre por quien siente asco. Una hermosa mujer que sufre por un marido infiel. Una inocente niña que guarda el secreto de un asesinato. Una madama que convive con ratones. Una adolescente a punto de casarse. Una peluquera que colecciona los cabellos de sus clientas. Una solterona que vive del chisme y las apariencias.
La puesta no subestima capacidades ni escatima en risas. Tanto el texto como las actuaciones demandan atención constante. Las actrices jamás dejan que el espectador abandone la obra. Ellas no miran “al público”, miran al receptor de su historia, al único que esa noche puede escucharlas. Relatan sus memorias, y a su vez no las relatan, pero piden con desesperación ser escuchadas sin ser juzgadas. De a poco, se van quitando las máscaras sociales, aquellas que sus maridos, sus madres o simplemente, los mandatos de la época, les obligaron a ponerse.
“Todo disfraz repugna a quien lo lleva”, sobre textos de Silvina Ocampo. Idea de Grupo Hipocampo y Mercedes Fraile. Dirección: Alfredo Martín. Actúan: Yanina Florenzano, Lucía Gómez Uriz, Mariana Grigioni, Paula Hartwig, María Florencia Horak, Victoria Rodríguez Montes, Dolores Pérez Demaria. Vestuario, escenografía y fotografía: María Camila Fernández Polo. Asistencia de dirección: María Julieta Prieto. Domingo, 20 horas. Del Borde Espacio Teatral, Chile 630. Entrada: $70, $50. Hasta el 29 de septiembre.