18 de octubre de 2011

TEATRO | "El Cóndor" de Mariana Levy | "She's going to break your heart in two, it's true"

Por Perra de Agua (o @perradeagua)

En "El Cóndor" la protagonista está desdoblada entre Laura, la pendeja caprichosa y sensual que vive la historia, y Lua, la insomne bizarra y loca, que la cuenta. Con este dato supongo que ya sabrán a cuál de las dos vamos a querer más… Laura viaja al Perito Moreno con un novio y una extranjera, acá ya vamos mal ¿para qué llevar a la extranjera? y si el auto en el que viajan se rompe y se quedan atascados en el medio de la Patagonia, estamos pior. ¿Dónde se quedan?: en “El cóndor”, a 30 km. de Viedma, en un camping en el que no hay nada, menos que menos cóndores. Lo que sobran, doy fe de ello porque estuve ahí este verano, son acantilados y loros barranqueros. Como diría Mariana Levy, la directora y autora de la obra, “no hay nada para hacer”, sin embargo ahí se quedan, como se queda Lua en su casa contando la historia de las peores vacaciones de su vida. Convengamos que de por sí no es muy complicado que un veraneo se convierta en un fracaso, principalmente porque se lo carga de más ilusión antes de salir que al futuro de un primogénito.


Lua dice: “esto no es una historia de amor, el romance está puesto sólo para distraerlos” y aclara, “el romance es como un fila de fichas de dominó, es lindo porque sabemos que en cualquier momento puede romperse”, la ilusión respecto de las vacaciones, pienso, es algo parecido. Por eso lo mejor de la historia no pasa en el camping, pasa en el cuarto de la chica sola y rayada, Camila Dougall, que se lleva todos los laureles con sus intervenciones musicales desquiciadas. Acá debe insertar ud. que a la crítica de esta obra nunca le gustaron los musicales. Reformulemos, no le gustan, pero le encantan los musicales de Mariana Levy.

Quiere, exigente lector, más razones para no perderse esta obra. Tenga: la puesta está resuelta de manera brillante, los universos del relato se complementan y potencian en escena evidenciando que cada recurso fue craneado con mucha lucidez. Por otra parte, la trama rebota entre distintos climas constantemente, la comedia, la melancolía, lo siniestro, lo border, se van engarzando para armar una historia integral en la que es difícil aburrirse.
¿Y si no hay cóndores en “El Cóndor”, de dónde carajo le viene el nombre? De un barco, que también se quedó varado por esas costas. Un barco lleno de champagne francés que viajaba a San Francisco y fue a naufragar en la Patagonia. Esta obra es más o menos lo mismo, un tesoro hundido en el mar de los recuerdos.



Dramaturgia y Dirección: Mariana Levy. Asistente de dirección: Agustina Palermo. Actúan: Camila Dougall, Julieta Halac, Carolina Guareschi, Camilo Cuello Vitale y Sebastian Ursi. Escenografia, diseño y realización: Gustavo Kotik. Vestuario: Cecilia Zuvialde. Diseño de Luces: Paula Fraga. Diseño Gráfico: Agustin Ceretti. Comunicación: Martín Crespo. Sala El Kafka. Entrada: $50 ($40 estudiantes). El Kafka, Lambaré 866. Reservas al:4862-5439.

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