Mostrando entradas con la etiqueta teatro la nave. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta teatro la nave. Mostrar todas las entradas

27 de octubre de 2015

TEATRO | "Economía doméstica" de Daniela Calbi | Cómo ser una buena mujer en la España de Franco


 Por Alba Ermida

Daniela Calbi, autora y actriz de esta obra, se lanzó a retratar un momento histórico de otro país que también vivió una dictadura, larga, hermética y muy silenciosamente represiva, la española de Franco. Sin embargo, no redunda en aspectos y temáticas ya conocidos, muy bien tratados por el cine y el teatro. Calbi riza el rizo y apuesta por la denuncia del trato de las silenciadas, de las que nadie registra en momentos de guerra, de las que no aparecen en los libros de Historia: las mujeres, las mujeres de a pie, todas las mujeres. 

Empleando citas reales de la Revista de la Sección femenina de la Falange española y de la materia que se impartía en los colegios para mujeres, de donde obtiene el nombre el espectáculo, Calbi arma un unipersonal crítico hasta lo corrosivo, tan inverosímil para nuestra época que resulta absurdo, ridículo y grotesco, sin que el público pueda contener la carcajada. 

La autora interpreta a la hermana del dictador fundador de la Falange, Pilar Primo de Rivera, la creadora de este manual de la buena esposa. Una mujer abnegada en su servilismo hacia el marido, una mujer que limpia el suelo con una sonrisa porque se sabe esculpiendo su figura con el ejercicio que la limpieza requiere, una mujer que se arregla antes de oír la puerta abrirse para entrar su marido. Pero el marido no es tal, no es ni persona. 

Cuando suena la puerta y la mujer sumisa hace mutis para recibir al esposo, que le da apellido y razón de existir (“Dios creó a la mujer como complemento del hombre, para su compañía”), entra de nuevo a escena empujando una silla con ruedas donde está sentado un gran cabrón (macho de la cabra que en España se usa sobre todo como insulto) con un traje del color del uniforme militar en tiempos de la dictadura. En este momento la obra toma vuelo, prende al público, tanto por lo humorístico y grotesco como por la curiosidad voyerista de los espectadores que están espectantes a la intimidad en ese matrimonio zoofílico. 

Y pasa de todo, hasta lo que no pasa en en escena entre un matrimonio de humanos. Una escena bestial, una violación de un cabrón a una mujer, tan angustiante como impactante, es el momento más descollante de toda la obra. Y el final, más que por la puesta, por la dramaturgia, también deja con buen sabor de boca al público.

Son notables el gran títere que armó Valeria Dalmon, que con sus cuernos bien puede remitir a la personificación del Diablo, y cuya cabeza gigante manipula con total soltura y dominio de la disociación Daniela Calbi, que además interpreta a una ama de casa tan orgullosa de su buen hacer como consciente del avasallamiento que sufre en su dignidad, la esencia humana.

"Economía doméstica" de, con y producido por Daniela Calbi. Dirección: Román Lamas. Vestuario:  Valentina Bari. Escenografía: Juan Manuel Benbassat Diseño de luces: Román Lamas. Diseño sonoro y música: Mirko Mescia. Diseño Audiovisual: Leonardo Volpedo. Realización de vestuario: Carmen Montecalvo. Operación de luces: Luciana Spadafora. Artista plástico: Valeria Dalmon. Viernes, 20 hs. Espacio La Nave, Lavalle 3636. Entrada: $100. Última función: 30 de octubre.

13 de junio de 2015

TEATRO | "Par de pájaros, el regreso" de Agrupación Par de pájaros | Cántala de nuevo en dúo Sam


Por Alba Ermida

Veinte años después de su paso por la cresta de la ola, este dúo de cantantes vuelve a encontrarse a petición de su público para entonar sus grandes éxitos. 

Más allá de lo que se pueda pensar sobre las obras de improvisación, la dramaturgia forma parte de cada espectáculo por muy irrepetible que sean los diálogos de cada función. La estructura de Par de pájaros, el regreso nos transporta mediante saltos en el tiempo a distintos momentos en la vida del dúo: desde el pintoresco lugar donde se conocieron sus integrantes hasta los momentos de celos y traiciones que lo disolvieron. 

Y mechando esta estructura narrativa, los momentos musicales que suponen el punto fuerte y distintivo del espectáculo. Los dos cantantes recurren al público para cantar sus grandes éxitos. Eligen tres espectadores y les piden el título de su canción favorita del dúo. A partir del título inventado por cada elegido los cantantes componen en el mismo momento  las canciones que les piden sus fans. A ellos se deben, y por ellos vuelven al escenario. Es ahí donde se lucen los actores a nivel de improvisación: cantan con rima una canción inventada en el momento y no sólo eso, se hacen los coros el uno al otro, se intercalan las estrofas y hacen unísono en el estribillo. 

El vestuario ochentoso, con pelucas, sacos de rayas y poses melodramáticas en las baladas, contribuyen a potenciar el género de humor. También las interpretaciones, rozando lo clownesco, y por supuesto las letras de sus grandes éxitos, de una profundidad absolutamente ausente. 

Par de pájaros... es una propuestas de improvisación que conjuga, teatro, humor y música en La Nave, un hermoso espacio multidisciplinar, cuyos altos techos que no le van en contra a la esforzada acústica del famoso dúo compuesto por Gabriel Páez y Charly Arzulian, al compás de la guitarra en las hábiles manos de Guido Briscioli. 

"Par de pájaros, el regreso". De Agrupación Par De Pájaros. Actúan: Charly Arzulian, Guido Briscioli, Gabriel Paez. Domingos 20 hs. La Nave Espacio de Arte, Lavalle 3636. Entrada: $80. Hasta el 26 de julio de 2015.

8 de noviembre de 2013

TEATRO | "La Pecera" de Alejandro Roa | Detrás de un vidrio oscuro


Por Florencia Fangi Boggia

Antes de ver la obra sabía que estas cosas existían y que incluso había algunos funcionando en La Plata. Se los llama “glory holes” y consisten en agujeros en las paredes de los prostíbulos, donde el cliente introduce su pene y es satisfecho por alguien del otro lado de la medianera. Ni vista ni tacto, placer inmediato y sin mediar con nadie. Van a lo que fueron y se retiran. ¿Y del otro lado, qué?

La Pecera invita a espiar la otra parte de ese muro, donde hay tres chicas que ni se imaginan el  engaño al que fueron sometidas. Porque lo que les dijeron fue que afuera una pandemia se esparcía extinguiendo a la humanidad, y ellas eran las elegidas para repoblar la Tierra. La violencia psicológica es tremenda: las “heroínas de la raza”, en realidad todos los días son drogadas con anticonceptivos y doblegadas a estar quietas, calladas y sonrientes porque “el stress causa infertilidad”. 

El escenario combina un ascensor -a través del cual les llega comida y elementos necesarios para su higiene-, una cama, un pequeño cuarto de aseo; y allá atrás, el cubículo de inseminación. Todo esto, detrás de una estructura en forma de ojo de pez que hace las veces de espejo del FBI por donde el observado no puede ver pero el observador no pierde detalle. El público las verá comer, dormir, ir al baño como si fuera un Dios de laboratorio o una especie de Gran Hermano, que se divierte mirando jugar a sus ratitas todo el día en su prisión acrílica.

Con texto y dirección de Alejandro Roa, La Pecera deja varios baches en la puesta para que los encargados de conectarlos sean los espectadores. Combina baile y charlas superficiales en una realidad desgarradora, que traspasa la pared de vidrio por medio de la complicidad y el gran manejo corporal de las actrices.  

“La pecera”, de Alejandro Roa. Con Ayelén Avanthay, Cecilia García Moreno y Yanina Costa. Asistencia de Dirección: Julián Povea Díaz. Escenografía e iluminación: Diseño creativo Gato Rojo. Vestuario: El Silo, compañía teatral. Diseño de maquillaje: Alejandra Díaz. Producción General: Carola Parra. Sábados, 20 hs. Teatro La Nave, Lavalle 3636. Entrada: $60. Hasta el 7 de diciembre.