En todas las ciudades del mundo el teatro ha estado mutando de manera radical. Y esa transformación que antes, durante siglos, se concentró en la escena o sobre el escenario hoy contamina al acto de comunión que implica. El espacio y con él, las condiciones de producción y recepción de los espectáculos, cambia constantemente y desafía al pensamiento sobre el teatro. En ese contexto de teatro en todas partes se puede ubicar la iniciativa Gabinete B.A. Teatro para un espectador que se presenta desde marzo de 2013 en Teatro Timbre 4.
El formato surgió en Chile a comienzos de 2010 por la falta de salas teatrales. Leonardo Medel, el precursor, lo define como “una caja negra inspirada en los juegos de arcade de los años 80´s, en donde ya no existe la protección ni uniformidad de reacción de la masa, lo que convierte la experiencia teatral de Gabinete en un suceso único y personalizado”. Es una estructura tipo “caja” de 2,50 metros de largo por 1,50 de alto y 1,20 de ancho donde se entra de forma individual y se presencia un espectáculo teatral montado y actuado para uno. En 2013 se creó la Red de Gabinetes que establece entre otras cosas un decálogo de las reglas que debe seguir todo Gabinete. Hay uno en Chile (Santiago de Chile), dos en la Argentina (Buenos Aires y San Juan) y uno en España (Madrid).
La obra de 8 minutos que nos toca presenciar al conocer la propuesta, que tiene una programación que se renueva mes a mes, es Verde. La intriga comienza con la ruptura de la convención de entrar con otros a la sala y de ingresar a la "sala", ya que aquí somos introducidos en una estructura de 2,70 de largo por 1,57 de alto y 1 metro de ancho, dentro de la sala. También aparece el temor, cuando el guía (que es el director Julio Rosenberg), que va a conducirnos hacia la representación nos habla de improviso del "trabajo", interpelándonos. La intriga y el temor se mantienen una vez que estamos encerrados dentro de la caja. Vamos detrás de dos hombres en un auto, un chileno y un argentino, que hablan de su "trabajo". Sus ropas, lo que se observa en la calle mientras avanzamos; las frases, las fotos y objetos que esos hombres comparten, evocan a aquellos años 70 en los que el terrorismo de Estado hermanó a ambos países y creó de uno y otro lado de la Cordillera, burócratas del mal, como aquellos que tan bien retrató Tato Pavlovsky en El señor Galíndez (1973). Sin dudas estar solos, tan cerca de los hombres y encerrados hacen que esta micro-obra funcione de manera contundente en pocos minutos.
Las obras que se realizaron y van a realizarse en Gabinete B.A. no duran más de diez minutos y en esta "búsqueda experimental", como la llaman sus creadores, se pretende integrar al público, llevarlo más allá del “ser expectante” y hacerlo parte "de la tragedia que queremos contar", según afirma en la página de Timbre 4 Felipe Rubio, dramaturgo de Verde y primer director chileno en estrenar el formato Gabinete fuera de su país: además de Buenos Aires, lo hizo en Roma.
Hasta el 26 de julio puede verse, como obra invitada en el ciclo, Crucero perdido (Relato de señorita abrumada por no llegar a destino) en la que una mujer cumple su sueño de viajar al exterior convirtiéndose en azafata. Una pieza escénica producto de la indagación en cómo se configuran los deseos en el interior de una estructura social claustrofóbica, agobiante, que enferma o enloquece.
"Gabinete B.A. Teatro para un espectador". Verde, con dramaturgia de Felipe Rubio. Idea original y Dirección: Julio Rosenberg. Asistencia General: Luz Moreira. Actuación: Nestor Vargas, Jorge Laplace. Diseño Teatral: Coca González. Diseño Gráfico: Constanza Ochoa. Diseño estructura Gabinete B.A.: Gonzalo Velozo. Programación: jueves y sábados de 19 a 20.15 hs. Crucero perdido (Relato de señorita abrumada por no llegar a destino). Hasta el 26/7. colectivolaindependiente@gmail.com | Le siguen: Rotativa de Néstor Vargas, del 25/7 al 23/8. Perdida (Fábula) de Felipe Rubio, 29/8 al 4/10. Mala mujer de Luz Moreira, 10/10 al 22/11. Entrada: a la gorra.