16 de septiembre de 2013

TEATRO | "Ingue" de Levin y Frankel | Una payasa optimista



Por Florencia Fangi Boggia


Un escenario enorme, provisto nada más que de una cuerda y dos paneles a los costados. Proyecciones y sonidos muy molestos invitan a entrar al mundo de Ingue, una payasa alemana que transita la Segunda Guerra Mundial en su barrio, en esta obra que también se denomina Ingue. La vida cotidiana de la protagonista se reparte entre rigurosas tareas que realiza con ímpetu y empeño. Su problema es obvio: la guerra. ¿Cómo se puede ser feliz en una guerra?

A nadie le costará mucho querer a Ingue. La reciprocidad con el público se logra enseguida. Es divertida para grandes y chicos, porque es una obra que emociona, entretiene y educa. Este divertido personaje tiene una inocencia de niño que compra enseguida. Ni siquiera habla nuestro idioma, pero aún así se hace entender, con el lenguaje del cuerpo y el brillo de sus ojos. 

Sus días en Berlín pasan sin mucho pesar ni alegría, vive una realidad triste, gris, que se expresa en su vestuario monocromático y apagado. Pero todo se transforma cuando finalmente logra atender un llamado de su familia, lo que la anima a dejar esa vida, cambiar de aires y probar nuevas aventuras para llegar al reencuentro con sus seres queridos: sus padres, sus hermanos y su amado Michifúz, el gato de la familia.

Aunque la escenografía no cambie, lo hace la escena. Su vestimenta se vuelve de repente colorida, y logra transmitir la felicidad del personaje y alegría del verde de la Argentina. La Pampa es verde, flores, paz, un cielo sin aviones, un atardecer sin bombas, y el amor de los íntimos. El ruido se convierte en música, e incluso ella lleva como único compañero un acordeón que sonará recién aquí. 

Su entusiasmo contagia. La familia, sin embargo, no es tan fácil de encontrar. Lo hermoso de Ingue es que jamás piensa siquiera en detenerse  sino que transforma todo eso que le pasó y construye una nueva vida...

Los payasos (¡No, clowns!, ahora se les dice “clowns”) generaron muchas emociones diversas a lo largo de la historia: ira, miedo, alegría, odio, felicidad,  ternura... o todas a la vez, durante un rato. Lo maravilloso de ellos (y que esta obra ejemplifica perfectamente) es que pueden sacar nuestras miserias y convertirlas en poesía.

"Ingue" de Darío Levin y Yanina Frankel. Actúa: Yanina Frankel. Asistente de Dirección: Catalina Mancini. Música: Pablo Bronzini. Diseño de Vestuario y Escenografía: Magda Banach. Producción de Vestuario y Escenografía: Valeria Álvarez. Comedia Física y Asesoramiento Creativo: George Lewis. Diseño de Iluminación: Ricardo Sica. Efectos Especiales: Pablo Stewart-Harris. Diseño Gráfico y Fotografía: Kevin Orellanes. Realización de peinado: Julia Giorgio. Trailer: Ezequiel Tuma. Producción: Iris Intilangelo. Producción General: Yanina Frankel. Domingos, 21.30 hs. No Avestruz, Humboldt 1857.   Entrada: $60. Hasta el 29 de septiembre. 

No hay comentarios: