16 de abril de 2015

CINE | "Se levanta el viento" de Hayao Miyazaki | Despedida de maestro


¡El viento se levanta! ... ¡Hay que intentar vivir!
El aire inmenso cierra mi libro y lo vuelve a abrir,
¡Del polvo de las olas brotan olas duraderas!
¡Vuelen páginas que deslumbran!
¡Rómpanse olas! ¡Rompan aguas de alegría
Este tranquilo techo donde foques repicaban!

Paul Valéry


Por Cecilia Perna

¿Qué es la realidad?
Cualquiera que haya recorrido la obra de Miyazaki puede decir sin temor a equivocarse que el  universo que ha construido empuja eso que llamamos realidad, constantemente hacia el más allá de las fantasías. Su deslumbrante mundo poblado de espíritus, hechizos transformadores, naturalezas encarnadas y, sobre todo, niños -capaces siempre de entrar en diálogo con esas fuerzas otras- parece un recordatorio infinito de que esos poderes invisibles de lo cotidiano, están ahí esperando que volvamos a creer en ellos. Cualquiera puede decir esto sin temor, hasta su última película. Porque última película de Hayao Miyazaki es una película realista.

Pero, ¿qué es la realidad? 
Se levanta el viento es declaradamente el último film del amado director japonés, que anunció su retiro definitivo de la dirección, en septiembre del 2013, durante el Festival de Venecia. Estrenada en Japón el 20 de julio de ese año, la película fue distribuida y exhibida comercialmente en Europa y EE UU a lo largo de 2014. Nosotros recién desde hoy podremos verla en los cines locales.

Basada en la homónima novela del escritor Tatsuo Hori, la película relata la historia del ingeniero aeronáutico Jiro Horikoshi que diseñó el avión caza Mitsubishi A6M Zero, célebre maquinaria japonesa, pieza fundamental de avance en la historia de la aeronáutica durante la Segunda Guerra Mundial.  

Sin hechizos transformadores, sin espíritus del bosque, sin golpes de magia, el siempre pacifista Miyazaki se embarca en esta inmensa aventura: narrar cómo un niño lleno de imaginación elige hacerse ingeniero, para lograr que la materia del mundo se transforme a semejanza de las imágenes poderosas de sus sueños, aun cuando sus sueños sean finalmente secuestrados y desgarrados por la máquina de guerra del capitalismo. 

En esta película ambiciosa, plagada de las más hermosas imágenes, habitada por la más melancólica y potente historia de amor y creación, Miyazaki encara la profunda pregunta por la realidad.  

En la serie de una obra fílmica que pujó por hacernos volver a creer en los poderes maravillosos y ocultos que mueven el mundo, la última película ancló su estética de lleno en el problema de la realidad: esa mezcla misteriosa de sueño y vigilia que nos da la fuerza para persistir en la tarea infinita de la transformación de la materia. 

Aún arrasados por la muerte, aún despellejados por la violencia, el film nos muestra cómo las imágenes de los sueños de Jiro se abren paso para “realizarse” materialmente en el mundo, a través del deseo irrenunciable y el trabajo persistente. Como en todas sus películas, la persistencia frente a los obstáculos es el empuje de todo movimiento. Y por eso es aquí el ingeniero el modelo del héroe y el modelo del artista, pero también el modelo del mago transformador: que los sueños se hagan realidad, es siempre una cuestión de ingenio. 

A pesar de las restricciones, a pesar de los cruces del destino, el viento se levanta y nos anuncia la posibilidad infinita de la vida. Eso es lo que el viejo Miyazaki pide a cada uno de nosotros en su mensaje final: que intentemos vivir, cuando la única verdadera maravilla es la realidad, e intentar transformarla es la posibilidad única de mantenerse vivo y empujar al porvenir.    

"The wind rises" de Hayao Miyasaki, Japón, 2013, 125'.

1 comentario:

Susana Quintero dijo...

HOLa, aun no he podido ver la pelicula, sin duda, siento que me gustara. Me han gustado mucho sus peliculas, especialmente El viaje de Chihiro , El increible castillo vagabundo o Ponyo. Tienen esa mezcla de locura sin freno y amistad, maldad y egoismo tan extranias que nos disparan miles de emociones.