27 de noviembre de 2012

TEATRO | "La razón blindada" dirigida por Florencia Suárez Bignoli | La imaginación al poder



Por Guillermina Gandola

“Con estas razones perdía el pobre caballero el juicio, y desvelábase por entenderlas y desentrañarles el sentido, que no se lo sacara ni las entendiera el mesmo Aristóteles, si resucitara para sólo ello.” 

Don Quijote de la Mancha.

¿Qué tienen en común El Quijote de Cervantes, La verdadera historia de Sancho Panza de Kafka y La razón blindada de Arístides Vargas?

Las tres obras comparten similitudes en cuanto a su origen, su razón de ser y sus componentes. En primer lugar son ficciones que no nacen de la ficción sino de la realidad. Y de esa realidad se desprende su razón de ser: necesidad de libertad. Los autores de estas obras ensayan la idea de libertad y es ese ensayo los que los mantiene “vivos” más allá de toda razón (Don Quijote muere luego de recobrar su cordura). 

Por otro lado, en estas historias encontramos la figura del mejor amigo, del camarada que todo lo escucha y todo lo comparte, penas, anhelos, creatividad, dudas. Ese espejo del ser necesario para afrontar los momentos de máxima soledad y para darse cuenta de que  uno no se ha vuelto loco porque hay “otro”. Al mismo tiempo todos esos “personajes” se refugian en la ficción para poder adormecer la realidad, reducirla a un sueño o tan solo a una pesadilla y que duela menos. 

Rawson, años 70, en la infinita meseta patagónica una cárcel de máxima seguridad, dos presos políticos intentan escapar del insoportable encierro y tormento mental reuniéndose todos los domingos al atardecer para contarse (y revivir) la historia de Don Quijote y Sancho Panza. Estos encuentros constituyen un túnel inteligible (e intangible) hacia la libertad de expresión.

No disponen de muchos recursos materiales para montar su espectáculo, tan solo de una pobre mesa, un par de sillas, una machucada olla, un trapo, sus cuerpos y sus mentes deseosas de combatir la quietud y la desmoralización que supone el aislamiento. Cada domingo esperan ansiosos convertirse en llanura, en ministros, gobernadores, fuertes galgos, bellas doncellas, grandes enemigos, aviones fatigados y valientes caballeros.

Todo sea para sobrevivir a esa razón que, cuando no es libre agobia hasta liquidar la existencia. En cada encuentro ellos nos demuestran que la peor de las torturas no es la violencia física, sino la intelectual: el hecho de no saber cuando ni cómo te van a torturar y que pase un día, y no lo hagan, y, pensar que al día siguiente lo harán y no sucede. La peor de las torturas es la ilusión de libertad, el miedo y la incertidumbre de un posible futuro que mata silenciosa y lentamente. 

Arístides Vargas retoma las obras de Cervantes y Kafka y, junto con las narraciones de su hermano Chicho Vargas y otros presos políticos de la dictadura escribe La Razón Blindada que no solo constituye un magnífico guion y una burla hacia una realidad sino que se convierte en un documento de vida y una herramienta para incitar a la memoria acompañada de la reflexión. 

En La Razón blindada descubrimos que en esos años de prohibición y muerte la realidad fue negada y la razón blindada, no existió nunca un “adentro” y un “afuera” pues la sociedad toda constituyó una gran cárcel. Sin diferencias entre un adentro y afuera ¿es posible la fuga hacia la liberación? Cuando todo es encierro y mentira, resulta inútil escaparse, solo la imaginación puede salvar porque en ella no hay lugar para el dolor y todo es posible dentro ese túnel intangible. 

Esta obra ya no está en cartel. Con Daniel Begino y Roberto Monzo. Dirección: Florencia Suárez Bignoli. Asistente de Dirección: Gonzalo Ramos. Diseño de Iluminación: Esteban G. Lahuerta. Ilustración: Dalmiro Zantleifer Ojeda. Arte: Cecilia Catalina Quesada- Diseño General de Puesta: Arístides Vargas | Grupo Malayerba. Produce: GMG Producciones. Producción: Tamara Arce - Martina Cuadrado.  

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