Por Guillermina Gandola
Izquierda y derecha, dos conceptos que dividen, encasillan, estereotipan y no admiten lugar para las medias tintas... Pero la vida real es más compleja y es peligroso cuando se habla sin saber, desde el lugar común y la altanería de expresar lo que uno piensa sin escuchar al otro. Hablamos de política, de la historia de un país, de personas, de cómo la cuentan los que la vivieron y cómo la representan los que la escuchan. ¿A quiénes escuchan? ¿Con qué prejuicios? ¿Con qué fin? De todo eso y mucho más trata 1982 Obertura Solemne.
Victoria y Martín viven juntos, pero ese domingo cuando la noche avanza parecen estar en otra sintonía. Ella en medio de un ataque de histeria por un examen para el cual no se siente preparada le pide contención a él que está en medio de una experimentación musical para su tesis. Él le pide que se calme, porque quiere terminar con eso antes de que llegue Fede a cenar, como todos los domingos. Y Victoria, ausente de todo entendimiento y nerviosa, le pasa factura por no haber ido a la marcha de ayer y le pide que se comprometa con algo, que la comprenda.
En el clímax de la pelea, suena el timbre, es Fede, el hermano de Vicky que llega con la comida y una visita inesperada que le servirá de ayuda a Martín y su trabajo de investigación final: el taxista que lo trajo es ex combatiente de Malvinas.
Martín exaltado lo invita a cenar, Leonardo duda pero afuera llueve y la rueda de su auto está pinchada. Finalmente decide quedarse, lo que enfurece a Victoria hasta que se entera que es ex combatiente de Malvinas y curiosa piensa que quizás no es tan mala idea invitar a cenar a un patriota, siendo ella una militante de izquierda.
En medio de la cena, las opiniones se encuentran, se cruzan hasta llegar a una guerra en donde nada es lo que parece en nombre de la paz. El que se pensaba el más vehemente se vuelve el más cuerdo, el que parecía el más sensible es un egoísta, el conciliador es en realidad el más violento y el más democrático de todos, el más autoritario.
1982 Obertura Solemne, dirigida por Lisandro Fiks y Diego Quiroz recupera la memoria colectiva de los argentinos, reflexiona sobre quienes la componen con sus puntos de vista y nos plantea que la repetición de opiniones vacías es la mayor de las violencias, el principio de la intolerancia y la negación. Cuando se habla de política en la mesa, con un vino en la mano y una picada en la tabla de madera toda discusión se vuelve absurda y banal.
Una obra que considera al teatro como una herramienta necesaria para comprender la realidad y que desde el absurdo recapacita sobre el fundamentalismo político y la estupidez humana El escenario nos trasporta a la vida cotidiana gracias a la interpretación de los actores, la utilización del espacio, la utilería, las luces y, sobretodo de los olores. Un escenario en varias dimensiones que nos hace sentir identificados y nos invita a reflexionar.
1982 Obertura solemne de de Lisandro Fiks. Dirección: Diego Quiroz y Lisandro Fiks. Con Christian Álvarez, Roxana Artal, Darío Dukáh y Lisandro Fiks. Asistente de dirección: Emanuel Gaggino. iseño de luces: Diego Quiroz. Producción y fotos: Ana Bellone. Diseño gráfico: Fernanda Gimenez. Domingos, 20 hs. Espacio Polonia, Fitz Roy 1477. Entradas: $40, $30 estudiantes y jubilados.
1982 Obertura solemne de de Lisandro Fiks. Dirección: Diego Quiroz y Lisandro Fiks. Con Christian Álvarez, Roxana Artal, Darío Dukáh y Lisandro Fiks. Asistente de dirección: Emanuel Gaggino. iseño de luces: Diego Quiroz. Producción y fotos: Ana Bellone. Diseño gráfico: Fernanda Gimenez. Domingos, 20 hs. Espacio Polonia, Fitz Roy 1477. Entradas: $40, $30 estudiantes y jubilados.