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19 de julio de 2013

TEATRO | "La cuna vacía" de Omar Pacheco | La metáfora que emociona



Por Florencia Fangi Boggia

En la Argentina, en 1976, comenzó la dictadura más violenta del siglo.

La cuna vacía muestra lo desgarrador de la historia desde el silencio. Casi sin palabras, sólo gestos, sólo música, sólo expresión... Las meras imágenes y las exquisitas interpretaciones de los actores no necesitan más que eso. Logran transmitir las emociones y sentimientos vividos en aquellos años.

Al mejor estilo “teatro negro”, el director Omar Pacheco enseña que el teatro posmoderno también emociona. Es un cine en vivo, que sin cámaras nos muestra exactamente lo que tenemos que ver en el momento en que debemos.

Pocas palabras. De hecho, sólo dos personajes hablan: dos presentadores ocasionales que nos cuentan la gracia del “juego” que proponen. Y que en ese contar nos hacen parte, no sólo como espectadores, sino como cómplices: ¿Quiénes son? ¿Por qué hacen eso? ¿Cómo nadie pudo ver lo que pasaba? 

Dos personajes que podrían ser la misma persona. O podrían ser el “poder”, el “Estado”... Ese Estado que no garantiza derechos y deberes sino que justifica sus medios porque persigue un fin. Cruel, inhumano. 

La historia trasciende. No hace falta explicarse, sale de la interpretación y llega hasta las tripas. Escenas que se reviven, títeres que son personas y personas que son muñecos sin voluntad, manejados por un ser mayor que a su vez está manejado y torturado por alguien aún más grande que está entre nosotros y nos deja verlo sólo cuando él quiere.

Se utiliza un juego de luces estratégicamente sincronizado con el trabajo de los actores para revivir el horror de aquellos años: vuelos de la muerte, desaparecidos, bebés robados, madres buscando a sus hijos, su leche derramada, violencia justificada desde el estado, muertos sin nombre, identidades falsas...

La historia es cíclica. Empieza una y otra vez, y vuelve a repetirse. A distintas personas, en distintos momentos, distintos lugares, distintas situaciones. (¿O a todos por igual en el mismo momento? Las situaciones son tan parecidas...)

Finalmente, todo se va. Todo pasa, y la cuna queda... vacía. La historia no ha terminado aún.

Una vez un amigo me dijo que “Todo teatro debe tener asientos con comodidad tal que uno pueda dormirse en medio de la función en caso de ser necesario”. No le harán falta. Simplemente espléndida: nada para criticar. Música, sonido, puesta, actuación, dirección, texto, títeres, titiriteros, actuaciones. Hasta las gradas.

Para verla varias veces. Lleve carilinas si es muy sensible (o Mylanta si le cuesta expresar sus emociones).

"La cuna vacía" de Omar Pacheco. Actúan: Laura Abad, Hernan Alegre, Carla Cabrera, Mercedes Castillo, Maria Centurión, Lorena Fígoli, Valentín Mederos, Javier Molinas, Favio Notti, Camila Paladino, Lorena Pérez, Zulma Serrano, Estefania Vaquer. Participación: Liliana Herrero. Manipuladores: Valeria Bonardi, Andrea Sirota, Fernando Suárez. Voz en Off: Liliana Daunnes. Diseño de títeres: Esteban Fernández. Diseño de luces: Omar Pacheco. Video: Daniel Gómez. Música original: Gerardo Gardelin, Rodolfo Mederos. Sonido: Juan Pablo Lagoa, Alejandro Martínez Silva. Operación de luces: María Silvia Facal. Arreglos musicales: Colacho Brizuela. Viernes, 22h. Sábados, 21 hs. La otra orilla, General Urquiza 124. Entrada: $70, $40.