6 de septiembre de 2013

TEATRO | "Nada del amor me produce envidia" dirigida por Alejandro Tantanian | Una obra única y original y Soledad Silveyra



Por Eugenia Guevara


Uno de los mejores textos dramáticos que se ha escrito en la Argentina en los últimos años es sin dudas Nada del amor me produce envidia de Santiago Loza. Estrenado con dirección de Diego Lerman y actuación de María Merlino en 2008, durante cinco años se repuso en distintas salas del circuito independiente. Pudimos verla en 2009 en el íntimo teatro de El Tadrón. Actualmente se presenta con dirección de Alejandro Tantanian en el histórico Teatro Maipo, un teatro grande, con capacidad para más de 700 personas, y quien lo interpreta es nada menos que una de nuestras más grandes estrellas, Soledad Silveyra, la querida "Solita". 

Contenida en el enorme escenario que queda a oscuras por una interesante construcción escenográfica azulada con profundidad, que recrea su taller de costura, y con la sola presencia de una silla y una puerta que en algunas ocasiones abrirá e incluso medio traspasará, la actriz se transforma en la costurera que creó un vestido que desearon Libertad Lamarque y Eva Perón al mismo tiempo. Una prenda suprema que la hace tocar el cielo con las manos y al mismo tiempo se convierte en su perdición. Con el apoyo de proyecciones que aportan información del contexto o transmiten algunas sensaciones y un tango cantado por Libertad Lamarque, cuya función no es musicalizar si no ser escuchado, cobrando cuerpo en escena, el maravilloso texto de Loza fluye nuevamente, muy alejado de la versión de Lerman y Merlino, que también era extraordinaria. El texto es además de placentero, flexible, abierto y cálido, familiar, y esta versión aporta una lectura que se encarna  a la perfección en el cuerpo y la voz de Solita (que a diferencia de Merlino no canta tangos, sólo los escucha) creando otro mundo muy distinto al que se originaba en la versión anterior, pero igualmente bello. 

Es emocionante ver a Soledad Silveyra en este papel. Es más emocionante verla después cuando todo termina y deja de ser la costurera del monólogo para ser Solita agradeciendo los aplausos que buena parte de la concurrencia le regala de pie. Nada más acertado para explicar lo que provoca o lo que es Solita que la frase que mi amiga y ruletera Cecilia Perna dijo apenas terminó la obra: "Solita tiene aura". Y es así, no sólo es talento y belleza, hay algo más que excede lo descifrable, es el "aura" que tiene la actriz lo que más conmueve y lo que al mismo tiempo contribuye a sumarle un nuevo cuerpo al entrañable personaje creado por Santiago Loza. 

"Nada del amor me produce envidia" de Santiago Loza. Dirección: Alejandro Tantanian. Con Soledad Silveyra. Vestuario: Graciela Galán. Escenografía: Graciela Galán. Iluminación: Omar Possemato. Musicalización: Alejandro Tantanian. Lunes 20.30 horas. Teatro Maipo, Esmeralda 443. Entradas desde $60. Hasta el 16/9. 

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