Por Lía Noguera
* Esta reseña fue publicada originalmente en Ruleta China #11 (www.ruletachina.com) en el mes de diciembre de 2008. La obra se repone hasta el 29/9 en el Teatro Sarmiento del Complejo Teatral.
Un cuerpo en escena, una sola mujer enfrentada ante un pasado y un presente (y nada se esboza de un futuro) que de pies y manos está atravesado por la muerte y en constante tensión con un universo que se presenta como trágico. El deseo siempre mortuorio, el anhelo del final es la atmósfera privilegiada en el texto de Sarah Kane (1971-1999), que bajo la dirección de Luciano Cáceres se pone en escena por primera vez en Buenos Aires.
De esta manera, nos enfrentamos como espectadores ante un escenario en penumbras y despojado que nos muestra a una mujer deseante, quien a cada instante privilegia el mundo de la palabra poética que se enfrenta de lleno con un discurso científico que la pretende acallar, subsumir en otro espacio que no es el propio, y sobre todo, dosificarla a través de una medicina que se vuelve incompatible con su propia búsqueda. En esta imposibilidad de unión de palabras y deseos es que se articula el dilema trágico de la obra, el cual sólo tendrá solución a partir de la extinción del sujeto de la escritura. Sin embargo, aun en esas tinieblas discursivas entre un personaje que busca su libertad, existe la posibilidad para el amor, pero un amor fragmentado y no correspondido que reacentúa y anticipa su final, puesto que la presencia del otro no hace más que dilapidar al sujeto mismo de la acción. Así lo dice el personaje: “A las 4.48 cuando la desesperación me visita habré de colgarme al compás de la respiración de mi amante.”
Es sumamente destacable el trabajo de Leonor Manso en esta pieza, quien realiza una labor singular en lo que respecta a la polifonía planteada por el texto, la inclusión de la voz del otro y el desdoblamiento de la subjetividad para dar espacio, presencia, al cuerpo exógeno. Asimismo, el trabajo con las luces se vuelve fundamental al momento de materializar el espacio claustrofóbico que vive este personaje, produciendo así un plus de significación en el texto espectacular.
Así, y arrojados ante un abismo de desesperación que moviliza no sólo las fibras del cuerpo en escena sino también el de nosotros mismo, cuando termina la obra podemos sentir y reflexionar cómo la pasión y la muerte son las dos caras de una misma moneda, imposibles de escindir, pero también -pareciera decir el texto así como la biografía misma de la autora (esta obra se estrenó luego de su suicidio)- imposibles de evitar.
"4.48 Psicosis" de Sarah Kane. Traducción: Rafael Spregelburd. Dirección: Luciano Cáceres. Protagonizada por Leonor Manso. El diseño de la silla es de Agustín Garbellotto, el diseño sonoro de Gabriel Barredo y la iluminación de Eli Sirlin. Funciones: viernes y sábados a las 21, hasta el sábado 29 de septiembre. Teatro Sarmiento, Avenida Sarmiento 2715. Platea $60.