Por Florencia Fangi Boggia
Juan Carlos es un hombre de mediana
edad con ojos de niño, fiel a su estilo de traje con camisa floreada
y zapatillas. Está lleno de preguntas y no se anima a buscar las respuestas por miedo a encontrar una que no lo deje seguir avanzando. Todos los sábados desde
hace 57 semanas, él emprende el camino hacia el encuentro
con su Dios y el espectador lo acompaña En
busca de Pino Baucher.
Pino es un líder espiritual al cual se puede recurrir en cualquier momento. Tiene la sapiencia de dejar transitar por la propia cuenta y por eso transmite su palabra en un papel higiénico, una Biblia desde la cual incita a darle muerte a la mente, a dejar las preguntas y a atreverse a accionar. Genera la ambigüedad de los escritores de auto-ayuda pues anuncia cosas tan obvias que parece una tomada de pelo, sin embargo “ilumina” para demostrar que los obstáculos están en la cabeza: igual que para quitarse la sed se toma agua, para hacer algo hay que empezar a hacerlo.
Si bien el escenario es plano, la sensación es que el viaje es en subida, con una gran mochila a cuestas que podría compararse con emprender el camino hacia la Meca o el dios de los mini- super simpsonianos. Escenografía, iluminación, actuación y disposición del público pueden hacer que un espacio semivacío se convierta en un estadio lleno de gente, una ventana sea un bosque o una birome se transforme en teléfono.
Tanto el trabajo actoral como el dramatúrgico siguen la filosofía de la coreógrafa y directora alemana Pina Bausch y parten de la propia vulnerabilidad y ponen al cuerpo como protagonista del discurso. Ya no es el obstáculo que impide llegar al pensamiento sino una herramienta que habla, llama la atención y juega a favor.
Gustavo Masó es el intérprete y escritor de esta historia, en la cual nos manifiesta una entrega total haciendo que el público sea realmente parte esencial de este universo que es el teatro: un mundo de juego, efímero, vivencial, de construcción de imágenes, sonidos y situaciones en equipo. Una tierna aventura que muestra la necesidad de ser tenidos en cuenta y sobre todo amados.
“En busca de Pino Baucher” de y
con Gustavo Masó. Diseño de luces: Mariela Bonilla. Video:
Florencia Babouian. Música: Pablo Echaniz. Asistencia de dirección:
Sofi Ferré. Puesta en escena: Mariela Bonilla. Sábado 21 hs. Teatro
del
Pasillo,
Colombres
35. Entrada: $ 60, $ 40. Hasta el 27/9.
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