22 de abril de 2013

LIBROS | "Bajo este sol tremendo" de Carlos Busqued | El mundo desnudo





Por Sylvia Nadalin


Bajo este sol tremendo, novela no ganadora del Premio Herralde 2009 pero recomendada para publicación por el jurado, ha sido para Carlos Busqued “un retardador del suicidio”. Busqued es un tipo de 43 años, chaqueño de nacimiento, con pasado adolescente en Córdoba y presente en Buenos Aires. Trabaja en la UTN, hace radio y en la última elección votó a Cristina.

Su novela dice todo lo que uno sabe del mundo, pero no quiere/no puede/no debe contar o si lo cuenta, como otros lo han hecho, carga en sus personajes los sesgos culturales, políticos y filosóficos que no ha revisado de su propia vida. Son algunas de esas novelas existenciales o realistas con finales esperanzadores y hombres culposos y conscientes.

Busqued no intenta esa estrategia en ninguna de sus páginas. Sus personajes son descriptos con el mínimo de recursos identitarios, vacíos de estereotipos o perfiles psicológicos y libres (¡gran genialidad!) de reflexiones moralizantes. Son outsiders anestesiados emocionalmente, excluidos funcionales de un sistema social perverso.

La estructura del libro tiene una construcción cinematográfica de historias alternadas mediante personajes que se cruzan para resolver el final. Empieza con un documental de los calamares Humboldt en Discovery Channel y una llamada de Duarte que le avisa a Javier Certati que su madre y su hermano fueron asesinados por su concubino en un pueblo remoto del Chaco argentino, Lapachito.

Despedido de su trabajo (“por falta de iniciativa y conducta desmotivante”), Certati decide viajar en su auto al lugar de la tragedia para ultimar los detalles funerarios y hereditarios. La ruta sobrevivida a porros, el mísero pueblo aletargado por el furioso calor, la escena del crimen; los diálogos con Duarte, ex suboficial devenido albacea del asesino y gestor chantajista que le propone cobrar a medias el seguro de vida de la obra social, transcurren como planos fijos, monocordes, irrespirables. Luego sucede la mudanza de Certati a la casa de su hermano muerto: son escenas dantescas las que describen el atolladero de papeles, objetos y mugre que el difunto juntaba en la calle para sobrevivir.

La historia paralela relata las peripecias delictivas de Duarte y Danielito, un adolescente indolente que junto a su madre son víctimas de un submundo de violencia y delincuencia que maneja y explota el ex militar y jefe de la banda.

Toda la novela está descripta en acciones: viajes, mudanzas, trámites, secuestros, robos y diálogos que se encargan de contarlas desnudamente. No hay tonalidades diferenciadas ni estados mentales o psicológicos que generen/hagan suponer/o alteren las conductas y actitudes de los personajes. La homogeneidad de esa atmósfera sórdida está armada a través de elementos repetitivos: todos los personajes miran documentales, todos comentan la vida y costumbre de animales cuasi monstruosos (calamares gigantes, insectos, elefantes asesinos), todos fuman marihuana todo el día, todos hablan lo justo y necesario para cumplir con esas acciones de supervivencia doméstica.

Ante la ausencia de resquicios morales la apatía invade el todo, la crueldad es más horrorosa ante la insensibilidad de los personajes y la sensación de asfixia que Busqued magistralmente construye mediante esas conversaciones lacónicas impregnadas de silencios que cuentan hechos terribles desde una naturalización espeluznante hacen de la novela un texto impresionante.

"Bajo este sol tremendo", Anagrama, Primera Edición española 2009, Tercera Edición 2012. 184 páginas. 

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