25 de abril de 2014

TEATRO | "La prueba de lo contrario" dirigida por Melina Marcow | Una historia ni lineal ni sencilla


Por Gonzalo Marina 

Entran, discuten, amenazan, se victimizan, salen los personajes de casas hechas con varillas que giran por el escenario, todo alrededor del sujeto. A partir del estupendo texto de Olivier Chiacchiari, Melina Marcow dirige La prueba de lo contrario, una historia de muchas historias que se enriquece con esta puesta en escena.

Una jornada habitual en un pueblo apacible a las 20:00. El sujeto, sin problemas, sufre el asedio de unos enmascarados que le preguntan a punta de pistola dónde está Téo. El sujeto no sabe el paradero de su amigo, lo que agita la situación. Pero en lugar de continuar con este relato, el narrador nos lleva al otro extremo del pueblo, de nuevo a las 20:00. Allí, los habitantes planean enfrentarse al grupo armado. La situación vuelve a sacudirse cuando el sujeto duda y los otros lo acusan de traidor. Nuevamente el narrador nos muestra otra parte del pueblo, el centro, donde el sujeto resiste los planteos de los vecinos. ¿Téo violó a la hija del farmacéutico o ella lo sedujo? ¿Hubo testimonios falsos? ¿Se puede matar por caridad? ¿Quién extorsiona a quién? Diferentes hipótesis sobre un hecho, todas a las 20:00.

Si dijimos que Chiacchiari escribió una obra estimable fue porque lleva al extremo algunos rasgos propios de la modernidad, como la superposición de sentidos, el juego con los géneros, la poca objetividad del discurso (y del sujeto que enuncia). Ideas plasmadas en una narración interesante. Pero también es rico porque brinda un sinfín de posibilidades escénicas, originalmente explotadas en este caso.

La escenografía de Julieta Potenze presenta los diferentes espacios con tres cubos, la esencia de una casa. El acierto está en su movilidad, análoga a los cambios de una historia con múltiples vaivenes. También ayuda a recrear los cambios en el tiempo, algo muy difícil de lograr en teatro. Las máscaras y el vestuario también nos alejan de la realidad, de una verdad tan esquiva como la que muestra un drama.

Aunque predomina un tono angustiante, la obra cuenta con mucho humor. Se ve un gran manejo de los actores para hacer de un pasaje algo íntimo o divertido, más allá de cualquier factor sorpresa. Alternan la seriedad del argumento con el juego en el que están insertos.

Por sobre de todas estas características hay un planteo interesante sobre lo que es la amistad y el valor de la palabra. Dice un personaje, más vale una duda desagradable que una verdad espantosa. Como pocas veces uno toma conciencia de que ninguna historia, al igual que la realidad, es lineal ni sencilla.

"La prueba de lo contrario de Olivier Chiacchiari. Dirección: Melina Marcow. Con Marcos Ferrante, Eduardo Iacono, Natalia Olabe, Javier Pedersoli, Fernanda Pérez Bodria, Martín Speroni. Vestuario: Aldana Della Salla, Juan García. Escenografía: Julieta Potenze. Diseño de luces: Rocío Caliri. Asistencia de escenografía: Tomás Fage. Jueves 21 hs. El Camarín de las musas, Mario Bravo 960. Entrada: $100, $70.

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