22 de noviembre de 2013

TEATRO | "Proyecto Posadas" dirigida por Michelle Wejcman | Sobre la revolución


Por Lía Noguera

La pasión y el amor por la política que no sucumben ante cualquier tempestad. El ideal político comprometido; el nivel de renuncia ante las cotidianidades que alejan de los objetivos de la militancia setentista (como el amor, el casamiento, la familia), y sobre todo la camaradería y los lazos de hermandad política son los componentes que la última obra de Andrés Binetti, Proyecto Posadas, ponen en juego. Bajo la dirección de Michelle Wejcman, la puesta tiene la particularidad de ser representada en una antigua peluquería y barbería del barrio de Caballito, La época, que fue declarada Museo histórico viviente allá por el año 2000. En este reducido espacio que respira historia, cargado de fotos, objetos antiguos, elementos de peluquería vintage y con una extraescena en la cual los curiosos del barrio de manera casual y azarosa aportan significación a lo que sucede en la escena, los espectadores disfrutamos de los dos actos que conforman la obra. 

Si en un primer acto se pone el acento en las conformaciones identitarias que se inscriben en torno al posadismo en la Argentina de los años 70, “una corriente política minoritaria que supo entrecruzar en el acto racional, al marxismo con un acto de fe; y a la existencia de la vida interplanetaria con un devenir comunista, entendiéndola como una sociedad evolucionada” (tal como lo indica el programa); en el segundo acto los espectadores nos enfrentamos a “lo que queda” en la actualidad de esa misma pasión política y cómo es leída (o más bien, des-leída) por el arte. Porque, en esta segunda parte, un grupo de estudiantes de cine – un tanto frívolos, un tanto snobs- deciden realizar un corto para un trabajo práctico de la facultad, y para ello acuden a una representante del movimiento posadista con el fin de filmar un documental sobre los movimientos políticos de los 70´. Pero entre incongruencias y desaciertos que ponen en evidencia el nivel de inexperiencia de estos estudiantes, a la vez que exhiben su grado de superficialidad y “descompromiso” político y artístico, el documental queda trunco. 

Así, con actuaciones contundentes y un preciso trabajo espacial por parte de los actores (dato no menor si tenemos en cuenta los pocos metros del espacio escenográfico en esta antigua Barbería) debidamente delineado por la dirección de Wejcman, Proyecto Posadas propone una mirada sobre las experiencias y las pasiones revolucionarias, pero sobre todo, lo que queda de ellas. Mediante el segundo acto de la obra, y con ese intento fallido por parte de estos jóvenes en ser “cineastas”, entendemos que “lo que queda”, es la ironía: “un cierto estilo pasional que no renuncia al escándalo, la introspección lírica, la certeza de que la libertad del Otro es inalienable pero que eso se soporta hablando de amor sólo de vez en cuando”, como dijo María Moreno, en la revista Fin de Siglo en 1989.

 “Proyecto Posadas” de Andrés Binetti. Dirección: Michelle Wejcman. Con María Eugenia Álvarez, Malala González, David Ledezma, Fabián Caero, Geraldine Lapiduz y Natalia Bavestrello. Vestuario: Ana Algranati y Celina Barbieri. Viernes 21 hs. Barbería La Época, Guayaquil 877. Finaliza 22/11/2013. Reservas: 153 175 1592.

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