Por Florencia Fangi Boggia
Foto: Luisina Jacinto, Roz Yungel
Al lado de la sala principal del Camarín de las Musas nos recibió la Evángelin, una coyita de mandíbula caída y ojos perdidos, que nos invitó a servirnos un vino barato de un pingüinito para esperar el chou que recién llegaba desde Jujuy a la gran ciudá: Myrian Cardozo y las Golondrinas del Monte. Un trío musical que viene a cantarnos sus historias de amor y desamor, del día a día en el pueblo, de personajes que sin aparecer quedarán en la memoria.
El espectáculo imita a un festival folklórico de provincia y está compuesto de temas originales interpretados por Las Ramponi, quienes dan vida a estos hermosos personajes. El salón es enorme, largo, con una acústica bastante fiera. Todo reverbera, es un poco encerrado para hacer un espectáculo musical, pero le da ese toque artesanal de las peñas. Hay unas guirnaldas en el techo y una mesa donde debería comerse todo asado: de tablón con olor a madera blanda por la humedá. Sumado a esto, el vestuario mezcla de cholas con coyas, con vestidos, polleras y zapatos colorinches, gorros puneños y bigotes pintados.
Me sale la entrerrianada cuando hablo de ellas pero Las Ramponi lograron transportarme a esa tranquilidad de pueblo y de personalidades sencillas. Encantan. Su humor es negro, burlón, de adolescentes, con amor y respeto a la diversidad, riéndose en clave de clown de las desventuras y tragedias que se viven día a día. Muestran un despliegue de talento tanto actoral como musical, que invita a un magnífico mundo berreta del cual es difícil irse porque no existen preocupaciones, ya que esquivan las situaciones graves con humor, ríen de sus tristezas y lloran sus alegrías.
Myrian Cardozo y las Golondrinas del Monte es una obra para ver más de una vez, para reírse a carcajadas o morirse de ternura, o todo eso junto. Contagia buena onda, buen humor y ganas de ser parte. La salida después del teatro es directo a comprar fernet capri con Manaos y un vino patero de 45$ la damajuana, para ir a Puerto Madero a comer asado al resplandor de la brasa.
De Las Ramponi. Con Fiorella Cominetti, Carolina Ferrer, Julieta Filipini, Clara Maydana. Vestuario: Las Ramponi, Paula Molina. Diseño de escenografía: Las Ramponi, Julia Camejo. Diseño de luces: Las Ramponi. Realización escenográfica: Las Ramponi, Pitu Entenza. Video: Luisina Jacinto, Roz Yungel. Música original: Las Ramponi. Producción Audiovisual: Mintografías. Colaboración artística: Lucía Panno. Jueves, 21.30 hs. Camarín de las musas, Mario Bravo 960. Entrada: $100, $150. Última función: 26 de noviembre.
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