9 de enero de 2015

MÚSICA | Los seis discos internacionales de 2014

Por Federico Sánchez

Hay quienes no creen en las listas de fin de año por diversas razones: la más válida sería que uno no puede escuchar todo lo que sale en el mundo. Además, cuando al fin encuentra algo que le gusta, sigue escuchando ese disco/tema durante una buena cantidad de tiempo. Hay demasiadas bandas y demasiados discos. Dependemos de las listas, de nuestros amigos, de todo lo que nos pueda hacer escuchar música fresca que nos parezca interesante, bajo la idea de meritocracia: no importa si es bueno o malo, importa si es interesante. La lista que sigue está compuesta con el siguiente criterio: se rescata el cambio de aire y las propuestas frescas. No hay un orden de preferencia en los discos elegidos.

D'Angelo & The Vanguard, Black Messiah - Universal Music 2014 

En esta transición casi eterna que venimos sosteniendo desde el 2000, con la intervención de E.E. U.U. como policía del mundo, presenciamos cómo se aplica el término 'Quis custodies ipsos custodiet' (¿quién vigila a los vigilantes?) en el seno de una comunidad mixta a más no poder: Estados Unidos es un verdadero crisol de razas que se están segregando, cada vez con más ruido.
Ser de piel oscura implica ser discriminado, desde el principio de los tiempos a través del esclavismo hasta hoy con la extrema violencia policial en Ferguson. No por nada este disco se adelantó a una fecha de lanzamiento más acorde con las circunstancias, para ser el ícono de un movimiento por los derechos de los afroamericanos.
Allá por el año '60 sucedió algo similar: asesinato de Malcom X, ebullición social. Y la música de la época eran los Bar Kays, Isaac Hayes, entre otros. D'Angelo encarna con Black Messiah la banda sonora de este surgimiento, con letras que hablan por sí mismas: a coward dies a thousand times / But a soldier only dies just once (un cobarde muere mil veces, un soldado sólo muere una vez), dice D'Angelo en 1000 Deaths, un himno a la lucha y al 'game' (ver The Wire en su totalidad para entender qué es).

Warpaint, Warpaint - Rough Trade 2014

La banda de dream pop más álgida del 2014 es, sin dudas, Warpaint. Con su disco homónimo, lograron una vuelta al post-punk de los '90 sin caer en lugares conocidos, y gracias a las influencias de hip-hop, RnB y rap declaradas por la misma cantante Emily Kokal, lograron que su sonido se expandiera hacia el espacio del síncope y las arritmias compositivas.
Dato: Chris Cunningham, otrora colaborador visual de Aphex Twin y Björk, participa en el arte de tapa del disco y en la realización del documental sobre su elaboración.

GOASTT, Midnight Sun,  Chimera Music 2014

The Ghost of a Sabertooth Tiger es la banda que formó Sean Lennon con su novia, Charlotte Kemp Muhl en el 2008. Midnight Sun, el disco que sacaron este año después de bastante tiempo, está cargado de psicodelia de los años '60, con innegables influencias de los Beatles y el pop francés de Serge Gainsbourg. ¿Indie? ¿Pop? ¿Rock? Midnight Sun está más allá de cualquier etiqueta. Canciones melosas y contemplativas se mezclan con momentos de baladas al estilo de Jefferson Airplane: todas conviven en un paraíso terrenal que es disfrutable de principio a fin. 


Ariel Pink, Pom Pom, 4AD Records 2014

Si a 2014 le faltaba un disco, tenía que ser el del chico prodigio de Los Ángeles, Ariel Rosemberg, más conocido por su alias Ariel Pink. Con su banda de outcasts, antes llamada Ariel Pink's Haunted Graffitti, logró una madurez musical que pondría en aprietos a aquel chico haciendo grabaciones lo-fi en su pieza. Ariel es eso, la respuesta a la música hecha en dormitorios, llevada a un plano global gracias a la Internet. Escribe canciones en el futuro, de violencia senil y de cómo vivir en Los Ángeles siendo él mismo. La música que irradia Pom Pom es tan ecléctica como irascible, volviendo a lugares familiares para sus fans como Black Ballerina, One Summer Night, y el corte del disco, Picture me gone, con un video de Grant Singer (también hizo uno de Put your number in my phone).



Joseph Deenmamod, más conocido como Mo' Kolours, es mitad londinense y mitad mauritano. El disco que sacó en 2014 está impregnado de la cadencia de su música nativa, sumando bases de future hop y melodías cálidas, llevaderas. Por esto mismo Gilles Peterson, compilador, melómano, dueño de Brownswood Recordings y DJ de la BBC de Londres es uno de sus impulsores y fans. Es el disco de neo-soul del año. Sólo basta una escucha para enamorarse.




Paul White no lanzó uno, sino dos discos en el año que pasó. Y lo bien que hizo. El prolífico productor inglés toma al hip-hop clásico y lo lleva a parajes africanos nocturnos, donde lo emocional celebra con la más pura cadencia de bailes de ese continente. Los delays y las reverbs están en su lugar, haciendo a este disco uno de los más hipnóticamente bailables del 2014. 
Dato: Después de haber trabajado con Danny Brown, Paul White se fue al sello de James Blake, R&S.

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