Por Natalia Maya
La infancia es un tiempo eterno, un hechizo que se desvanece cuando descubrimos que la tierra tiene una geografía. Haya, una joven niña viajera abre la escena ingresando a un clásico y añejo hotel de un pueblo de provincia, atendido por un conserje encantador y extraño que le dará las llaves al mundo de las maravillas.
El objetivo de Haya es regresar a la casa de su abuela para cerrarla después de su muerte, espacio en el que pasó su infancia y guarda como tesoro de experiencias de esa no ciudad que llamamos campo: animales, voces, noches, palabras, bailes, medidas de tiempo y espacio. El cierre de la casa se convertirá en la apertura de un nuevo mundo, de nuevos personajes y lógicas de los que Haya se verá contagiada. La noche será el escenario mágico de la historia, bellamente lograda en la puesta, es el momento que da lugar a la aparición de dos personajes claves: las misteriosas hermanas caballo quienes debutan con la cara del susto, esa experiencia donde por un instante el tiempo se vuelve otro y el mundo gira en una dimensión desconocida de lo cotidiano: nueva diversión, nuevos consumos, nuevos días. Una de las hermanas dice: Nosotros no cumplimos años porque no entendemos bien eso de los tiempos, porque el tiempo del campo es la experiencia de la cosecha, es el ciclo natural.
Estas hermanas caballo, huérfanas, criadas por la ayuda de las vecinas son la inocencia que Haya viene a buscar y abandonar, ¿por qué viaja Haya?, ¿por tristeza?, ¿por aburrimiento?, ¿por nostalgia?, las búsquedas generan las preguntas y el relato; Haya esta deviniendo otra mujer y como todo devenir: fascina y duele.
Haya es un encanto, es una historia tan fantástica como terrenal que logra abrir grietas de fuga, huida y encuentro. Con interpretaciones sutiles, sabias y oscuras logra volvernos fauna de un mundo que no queremos cerrar y nos acuna cantando tiempos eternos.
"Haya" de María Laura Santos. Con Lizzi Argüelles, Paula Baldini, Juan Manuel Castiglione, Mariel Fernández, Paula Staffolani, Bruno Ulisse. Vestuario: Lara Sol Gaudini. Escenografía: Cecilia Zuvialde. Iluminación: Mariano Arrigoni. Música original: Juan Pablo Fernández. Fotografía: Victoria Schwindt. Arte: Valeria Dalmon. Asistencia de dirección: Julia Perette. Miércoles 21 hs. Teatro del Abasto, Humahuaca 3549. Entrada: $60, $90.
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