Por Sandra Ferreyra
Los Hechobolsa están buscando un lugar donde hacer su espectáculo y lo encuentran. En un baldío alfombrado de bolsas de nylon, Sifonetti (Mariano Guerra), Lavandini (Diego Passarini) y Bidonette (Gastón Guerra) instalan su carpa. De la colorida crisálida emerge un universo cuya simplicidad reside, paradójicamente, en el entrecruzamiento de múltiples dimensiones. La más notoria a primera vista es la que viene de la mano de idioma: la recuperación de la tradición italiana con la que los argentinos, por nuestra historia, nos identificamos inmediatamente. Y ese es un punto en el que, presumo, los Hermanos Guerra toman una posición estético-política: su lenguaje no se alimenta del exotismo, ni del clásico literario, ni de la abstracción esteticista; encuentra su materia también en los signos y las imágenes que la vida suburbana generosamente provee: “no tomo ma’, te juro que no tomo ma’” es la promesa que todos sabemos que Bidonette no va a cumplir.
Los Hechobolsa son una compañía de artistas itinerantes pero son, además, una familia y una cofradía de hombres en cuyas imágenes y valores resuenan las voces de lo popular. Sifonetti y Bidonetti inician a su hijo Lavandini, cuya paternidad comparten al tiempo que compiten por ella, en los artificios de la vida circense. Al grito de “ensayo”, “ensayo”, el más joven aprende, lisa y llanamente, a pararse frente al público. La ausencia de la inefable Escobetta, madre de Lavandini y mujer barbuda del circo, desestabiliza a los hombres quienes para consolarse recurren a tópicos populares de la épica masculina: la borrachera y el melodrama. Estos operan como motor que, al igual que el teatro, transforma el espacio ora en cielo infinito, ora en mar inconmensurable. En esas transformaciones se hace patente la plasticidad que este espectáculo le aporta a los pocos objetos que utiliza. Contados recursos muy bien elegidos y mejor vinculados con la historia (un paréntesis destacado para el momento nostálgico en el que entre viejas diapositivas aparece la foto de Escobetta) les aseguran que la atención del público no los abandone. Si el despliegue físico asombroso, los gestos de complicidad con el espectador, el maquillaje, el vestuario y la música nos hacen saber que estamos frente a un espectáculo de clown, los conflictos y las imágenes que se disparan nos hacen saber que ese lenguaje (cuya médula es un humor brutal) es también el de nuestra comunidad, en cuyos baldíos todavía se instalan los circos y los parques de diversiones hechos bolsa.
Como sus personajes, los Hermanos Guerra, artistas itinerantes de alma, buscan un lugar donde hacer su espectáculo y lo encuentran por ahora en La Herrería, una sala teatral que anima la vida cultural de la localidad de San Miguel y sus alrededores. Como muchas otras salas y compañías del Gran Buenos Aires, esta esquina, ahí no más de las vías, nos recuerda que en los alrededores de “la capital” pasan cosas interesantes.
“Los Hechobolsa” de y con Mariano Guerra, Diego Passarini y Gastón Guerra. Dirección: los hermanos Guerra. Producción: SMS producciones, La Herrería Teatro y Los Hermanos Guerra. Vestuario: Marina Devesa. Narices: Satoshi Fx. Diseño y realización de carpa: Cooperativa de diseño. Grabación sonora: José Latasa. Asistentes y técnicos: Tomás Graziano y Mariano Izquierdo. Fotos: Cooperativa de diseño y Camila Ormaechea. Trailer: Tomás Graziano en Magic Park. Música original: Los Hermanos Guerra. Próxima función: sábado 26 de abril, 22 hs. La Herrería teatro, Sarmiento y Agüero, San Miguel. Entrada a la gorra.
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