Por Guillermina Gandola
Corren los años de la Guerra Fría y el Primer Ministro británico investiga la ubicación del botón que puede acabar con la vida, es la bomba atómica en un botón. En medio de la incertidumbre se presenta en su búnker el patinador sobre hielo ruso Helstag Guldberg que ofrece revelar la incógnita a cambio de un salvoconducto a Washington.
El Primer Ministro aprovecha el Campeonato Internacional de Patinaje sobre hielo en Berlín Occidental como vía de escape pero, para no correr riesgos sobre la potencial posibilidad de que Guldberg sea un traidor, solicita la intervención de sus mejores agentes encabezados por Diane Weinger quien decide desarrollar una riesgosa y costosa misión a cargo de los agentes especiales Uta y Milton.
Uta y Milton son un falso matrimonio a fines del servicio de "inteligencia" y una pareja real en la vida cotidiana que se desean y se aman más allá de todo protocolo (gesto que entorpecerá la misión). Milton reconoce el riesgo que implica para Uta el trabajo que les han encomendado y entre celos y presiones tiene miedo de perderla.
Mientras tanto y en medio de confusiones sobre su identidad, Uta ve a la misión como una vía de escape a su vida como espía y para liberarse de esta condición pasa información falsa sobre la ubicación del botón de la bomba. Pero el amor de Milton hacia Uta lo vuelve perceptivo y descubre que la ubicación es errónea. El peligro es extremo.
A través de una interesante y creativa puesta en escena, los recursos audiovisuales y las actuaciones espontáneas y genuinas, Memoria de un gesto nos dice que en un mundo dividido por fronteras, diferencias ideológicas e intereses donde el mayor gesto, el Amor, no tiene cabida, todo parece absurdo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario