26 de noviembre de 2011

TEATRO | "Kassandra" dirigida por Cipriano Argüello Pitt | La lucidez en la ambigüedad

Por Fernanda Vivanco

El monólogo escrito por el dramaturgo Sergio Blanco de gran exigencia actoral está basado en la mítica historia de Casandra, la princesa troyana hija de los reyes Príamo y Hécuba, con el don de la adivinación y condenada al descreimiento, despreciada por ello y tomada por loca.

Sueña las pesadillas que harán realidad los hombres que no pueden ni quieren ver la fatalidad que entrañan sus actos, lo cual invariablemente sólo puede terminar en tragedia.

El texto camina sensualmente sobre el borde del abismo que separa la antigua Grecia de cualquier urbe actual, desgastada y corrompida, demostrando que ese material esencial del que estamos hechos los hombres y las mujeres no muda de piel aunque cambie el plano espacio-temporal que lo circunscriba.

A priori no podemos distinguir de qué origen geográfico, racial, época o de qué género es el protagonista. Su marca identitaria puede contener todos los géneros, todas las razas, todos las lenguas, todas las nacionalidades. Una princesa, un taxi boy, un extranjero, un marginal, un ser incestuoso, un paria, un libertino, un ser sufriente, un ser amoroso. Esta pieza refresca, retuerce y frickea la mítica Casandra de las tragedias griegas.

Kassandra nos habla en un inglés básico que no es su lengua materna, chapurreado, estructurado en una sintaxis más familiarizada con el español que con la lengua sajona. Se expresa desinhibida y explícitamente por momentos logrando degradar, vulgarizar, corporizar, materializar y acercar lo elevado y abstracto que puede haber en este antiguo mito.

Quien no tiene conocimiento alguno de esta lengua, podrá quedar igualmente prendado de otras textualidades, como el juego preciso de tensiones digitado por su director, Argüello Pitt. El clima de ritual antiguo e íntimo que genera Martín Suárez al dar la bienvenida, servir la mesa, atender amablemente a sus invitados, amenizar el encuentro. Y la presencia fluida, amalgamada y constante de Pablo Cécere en contrabajo y voz, quien teje la red sonora que envuelve a espectadores-actores, en ese cualquier lugar, activando las cuerdas internas de los convidados.

Curiosamente nos habla una Kassandra con K, pero al margen de la connotación que podría caberle en nuestro país, el alcance político de esta producción va mucho más allá, derrumbando fronteras, poniendo bajo la lupa las flaquezas de ciertos paradigmas culturales que se aceptan como verdades taxativas y cuestionando la legitimidad del binomio moral.

La pista que puede acercarnos al macrosentido de esta performance está a la vista en el programa de mano, donde se cita al dramaturgo y activista político británico Harold Pinter quien sentencia: “Todo puede ser falso y verdadero al mismo tiempo”.




"Kassandra" de Sergio Blanco. Dirección: Cipriano Argüello Pitt. Actuación: Martín Suarez. Música en escena: Pablo Cécere. Asistente de Dirección: Viviana Grandinetti. Traducción al Griego de Las Troyanas: Marcos Cáceres. Diseño y realización del mapa: Guadalupe Suárez Jofré. Diseño gráfico: Lucas Chami. Producción: Gisele Chaui. Prensa: Victoria Conci. Es una Producción de Documenta Escénicas. Última función: 26/11/2011. Documenta Escénicas, Lima 364, Córdoba, Argentina. Reservas: 0351 - 4290280.

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